19/08/2017, 23:33
Cuando se dio cuenta, Hazegawa se encontraba prácticamente a su lado, cargado de bocadillos incluso con alguno dentro de la boca, saciando todo el hambre que tuviera, y, como si nada, retomó el tema que tenían antes de que la conga los hubiera separado.
—Entonces…si podrías preguntarle a tus familiares, seria de mucha ayuda.
El Senju sonrió, asombrado por el don de gentes que tenía ese chico que, aunque acababa de conocerle, parecía que eran amigos de toda la vida y aquello, lejos de parecerle algo raro, le agradaba, por lo que le dio un pequeño golpe en el costado.
— Sí claro, venga, sígueme que vamos a la casa y allí preguntamos. — Ofreció el peliblanco, no sin antes hacerse con un bocadillo que llevarse a la boca para acompañar al refresco.
—Entonces…si podrías preguntarle a tus familiares, seria de mucha ayuda.
El Senju sonrió, asombrado por el don de gentes que tenía ese chico que, aunque acababa de conocerle, parecía que eran amigos de toda la vida y aquello, lejos de parecerle algo raro, le agradaba, por lo que le dio un pequeño golpe en el costado.
— Sí claro, venga, sígueme que vamos a la casa y allí preguntamos. — Ofreció el peliblanco, no sin antes hacerse con un bocadillo que llevarse a la boca para acompañar al refresco.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»