20/08/2017, 23:59
La Uzumaki levantó los brazos y con fuerza lanzó el último cubo de agua contra la última pared. De nuevo, todo fue salpicado en un extasis limpiador único. Sin embargo, justo despues de los sonidos de agua chapoteando por todas partes, una voz resonó por el pasillo y llegó hasta los oidos de ambos ninjas.
— ¿¡Uzumaki Shiori!?
Era Nara Daichi y parecía entre preocupado y alarmado. Más pronto que tarde apareció por la puerta del baño, al principio con mala cara, esperando el nauseabundo olor que recordaba de aquel lugar. Pero el potente olor a citrico que tenía ahora tambien le hizo arrugar la nariz. Con la visión del lugar tan limpio le hizo sonreir hasta que sus ojos se encontraron con la kunoichi pelirroja y frunció el ceño.
— Uzumaki Shiori, se suponía que tenías que ayudar a Yakiro-san a limpiar, no ir por libre. Aún queda el comedor y está hecho unos zorros, así que espabilando. Y nada de volver a desaparecer sin decir nada.
El tono de Daichi era más de reprimenda de profesor que de ira o enfado, aunque ser tratados como estudiantes en una misión no era muy alentador tampoco. Shiori bajó la cabeza y el cubo y se dispuso a contestar con otro hilillo de voz.
— Pero yo solo...
— Nada de peros, ves a disculparte con Yakiro-san, vaya disgusto tiene la pobre.
— ¿¡Uzumaki Shiori!?
Era Nara Daichi y parecía entre preocupado y alarmado. Más pronto que tarde apareció por la puerta del baño, al principio con mala cara, esperando el nauseabundo olor que recordaba de aquel lugar. Pero el potente olor a citrico que tenía ahora tambien le hizo arrugar la nariz. Con la visión del lugar tan limpio le hizo sonreir hasta que sus ojos se encontraron con la kunoichi pelirroja y frunció el ceño.
— Uzumaki Shiori, se suponía que tenías que ayudar a Yakiro-san a limpiar, no ir por libre. Aún queda el comedor y está hecho unos zorros, así que espabilando. Y nada de volver a desaparecer sin decir nada.
El tono de Daichi era más de reprimenda de profesor que de ira o enfado, aunque ser tratados como estudiantes en una misión no era muy alentador tampoco. Shiori bajó la cabeza y el cubo y se dispuso a contestar con otro hilillo de voz.
— Pero yo solo...
— Nada de peros, ves a disculparte con Yakiro-san, vaya disgusto tiene la pobre.