23/08/2017, 02:57
Haru se mantenía a paso apresurado las vibraciones se había detenido hacía ya un par de minutos, de no ser porque su instinto le advirtió que continuara el paso sin esperar que era lo que iba suceder, ahora estaría con varias puntas incrustadas luego de que las maderas por las que caminaba se partieran sin ningún aviso, sus pulmones estaban que explotaban por el repentino esfuerzo por el que tuvo que pasar, aunque eso no era lo único que estaba por explotar, su corazón, más que palpitar, parecía un zumbido.
─ Demonios, acaso quieren matarnos o probarnos─ sus ojos observaban hacia todas las direcciones, la vez anterior había sido anunciada, pero a saber que sucedería a continuación.
Cada musculo estaba al pendiente de lo que sucedería, pero aun así, no pudo evitar el sobresaltarse al sentir nuevamente el temblor acompañado por ese sonido─ ¿Otra vez?─ esta vez ni siquiera lo pensó, sus pies se movieron solos en una carrera desesperada, sin siquiera prestar atención a lo que tenía en frente, por lo que al mirar hacia adelante tuvo que hacer un repentino movimiento, doblando su torso hacia atrás mientras sus rodillas se arrastraban hacia adelante, pues si no estuviera tan alterado, habría notado los filosos hilos metálicos que se posicionaban delante suyo─¡Mierda! Eso estuvo cerca, podría jurar que me corto algunos cabellos─ de hecho si lo había hecho, solo bastaba con mirar hacia abajo para confirmarlo, aunque él no tendría el placer de confirmarlo, ya que justo en el instante que creyó que solo debería ir más atento, nuevamente el piso comenzó a fallar el su tarea principal, lo que hizo que el desesperado pelirrojo avanzara a toda velocidad esquivando como podía los filosos aceros que estaban repartidos en todas direcciones, aunque por consideración al que tuviera que intentar sobrevivir, estaban algo separados, dándole el espacio suficiente para pasar a través de ellos, aunque llegando al final el suelo se le estaba quedando corto, y con cada paso sus talones podían rozar la caída que lo conduciría hasta su eterna oscuridad─ No, no puede ser, no puedo morir aquí, no puedo morir aquí ¡No!─ aumento su velocidad hasta máximo, sacando de su cintura su ninjato, con el cual corto desesperadamente los hilos para después dar un gran salto para llegar al final del pasillo, aunque el ultimo hilo, el cual no fue cortado debido a que el ninjato ya había pasado su lugar sin llegar a cortarlo, desgarro varios milímetros de su hombro, al sentir el filo separando su piel, giro su cuerpo en el aire para después caer de espalda sobre un piso que ahora era de cemento, aunque eso no fue lo único que cambio, el pasillo cambiaba repentinamente 90° su dirección a un par de metros, aunque Haru no se levantaría en bastante tiempo, desparramado boca arriba sobre el suelo, su pecho se elevaba aproximadamente 3 centímetros desde su posición normal, pero no, no tuvo tiempo de descansar, a tan solo unos instantes de salir de los hilos, como estuvo pasando todo el tiempo desde que habían ingresado allí, las pocas luces comenzaron a irse, dejando todo en oscuridad, lo que lo obligo a avanzar, aunque esta vez no a paso apresurado.
El camino era mucho más tranquilo esta vez, las luces eran cada vez más blancas y curiosamente la temperatura comenzaba a aumentar lo que provocaba que su cansancio aumentara aún más, su paso cada vez era más lerdo y su cuerpo le pesaba cada vez más, por lo que de su mochila saco una cantimplora, de la cual bebió hasta saciarse para después guardarla, eso lo refresco un poco, y con un gran suspiro volvió a su paso normal.
Al cabo de unos minutos la vibración volvió a sentirse, lo que indicaba otro problema─ No volveré a caer en lo mismo─ esta vez Haru no se apresuró, siguió su paso normal, atento sin perder ningún detalle, se detuvo un momento cuando sintió que había pisado algo pegajoso, aunque por la oscuridad no podía notar que era<< Demonios, ahora que>> sus nervios comenzaron a alterarse, ya que no sabía que era lo que sucedía, ni lo que vendría, por lo que se agacho para tocar el suelo, al tocar la sustancia con la que el piso estaba regado, se dio cuenta de que nunca debió haber entrado a esa zona, o al menos no debería haberse detenido, ya que cuando aún estaba en cuclillas, una chispa pudo verse a los lados del pasillo comenzando una llamarada que no cesaba su avance detrás del pelirrojo que nuevamente corría por su vida, al parecer esa parte estaba hecha para quedar atrapado entre llamas, ya que a unos 50 metros una gran pared de fuego se montaba<< Maldición, maldición, como se supone que pasare esto, ni siquiera se cuan ancha es esa llamarada>> pensó bastante alterado<< Tiene que haber algo por aquí, algo, cualquier cosa>> entonces noto que en el techo había alarmas de humo aunque estaban cubiertas por un plástico ¿un triste intento de evitar que el fuego se apague? O una forma de cruzar, rápidamente dio un gran salto retirando lo que cubría los rociadores, aunque las llamaradas no creaban el suficiente humo para activarlas, ya que al ser un piso de cemento, nada se incendiaba, por lo tanto no se creaba humo. Haru recordó su pasatiempo justo en el momento indicado, de su mochila retiro una escultura de madera que aún no estaba terminada y con el fuego la incendio, luego de unos segundos apago la misma agitándola y la acerco al rociador activándolo, lamentablemente, el agua que salía no era suficiente para apagar el fuego, ni siquiera para frenar el avance de la llamarada que crecía detrás de él, aunque si había logrado debilitarla─ Piensa…piensa, el fuego aun esta, pero tengo más tiempo─ cuando llevo sus manos hasta su cabeza en un intento de calmarse y pensar fríamente, noto lo empapado que estaba<<Claro, al estar mojado el fuego no me quemará tanto, aunque mi carrera estando tan cansado no será lo suficientemente rápida, tendré que usarlo>>
Con lo que aún le quedaba en su cantimplora se mojó aún más las partes que no estaban cubiertas por su ropa. Se colocó doblando sus rodillas para tener una mayor estabilidad, ya que para lo que venía la necesitaba, sus manos formaron de manera algo torpe los sellos de tigre y serpiente, manteniendo este último, una columna de madera se elevó diagonalmente a un Angulo bastante inclinado debajo de él, la misma avanzo 4 metros, introduciéndolo 3 metros dentro de la pared de fuego, por suerte, el fuego solo avanzaba 2 metros, por lo que prácticamente salió ileso del fuego, aunque avanzar 4 metros de esa forma, sin adherirse a la columna, lo mando a volar unos metros más, provocándole un par de golpes, aunque nada importante─¡¡Siii!!─ al estar tan feliz por haber salido casi ileso de esa prueba, prácticamente no sintió los golpes.
Lo siguiente fue correr, no pensaba quedarse a esperar a que pasara otra cosa más, muchos minutos sin detenerse, no le importo ni su cansancio ni su estado, solo avanzo, y como siempre las luces seguían apagándose detrás de él tiñendo todo de oscuridad.
Sus ojos se iluminaron al ver a otras personas en lo que parecía ser el punto de encuentro, no le importaba si eran matones, ninjas, o si se trataba de los mismos Kages, el hecho de que hubiera personas, descartaba la mayoría de probabilidades de fuera otra prueba, o al menos eso creía, al llegar pudo notar que varios habían llegado antes que él, aunque ninguno se encontraba en un gran estado, algunos tenían cortes, otros perforaciones, quemaduras, en su caso parecía que solo tenía unos raspones, ya que el agua había limpiado la sangre de su herida, a simple vista, parecía que solo se había dado un chapuzón, en cuanto al Hakagurē, tampoco parecía estar en mal estado, lo único que podía notarse era una considerable cantidad de polvo en su ropa y cabello, al ser la única persona con quien al menos había cruzado unas palabras, se acercó a él, al menos a simple vista, ya que no veía al Kusareño<<Tal vez aun no llego>> Haru quería pensar en que los que faltaban aun no habían llegado, ya que sabía claramente, juzgando las pruebas por las que había pasado, que muchos talvez nunca llegarían.
─ Ho-hola de nuevo─ saludo aun algo agitado elevando su mano.
─ Demonios, acaso quieren matarnos o probarnos─ sus ojos observaban hacia todas las direcciones, la vez anterior había sido anunciada, pero a saber que sucedería a continuación.
Cada musculo estaba al pendiente de lo que sucedería, pero aun así, no pudo evitar el sobresaltarse al sentir nuevamente el temblor acompañado por ese sonido─ ¿Otra vez?─ esta vez ni siquiera lo pensó, sus pies se movieron solos en una carrera desesperada, sin siquiera prestar atención a lo que tenía en frente, por lo que al mirar hacia adelante tuvo que hacer un repentino movimiento, doblando su torso hacia atrás mientras sus rodillas se arrastraban hacia adelante, pues si no estuviera tan alterado, habría notado los filosos hilos metálicos que se posicionaban delante suyo─¡Mierda! Eso estuvo cerca, podría jurar que me corto algunos cabellos─ de hecho si lo había hecho, solo bastaba con mirar hacia abajo para confirmarlo, aunque él no tendría el placer de confirmarlo, ya que justo en el instante que creyó que solo debería ir más atento, nuevamente el piso comenzó a fallar el su tarea principal, lo que hizo que el desesperado pelirrojo avanzara a toda velocidad esquivando como podía los filosos aceros que estaban repartidos en todas direcciones, aunque por consideración al que tuviera que intentar sobrevivir, estaban algo separados, dándole el espacio suficiente para pasar a través de ellos, aunque llegando al final el suelo se le estaba quedando corto, y con cada paso sus talones podían rozar la caída que lo conduciría hasta su eterna oscuridad─ No, no puede ser, no puedo morir aquí, no puedo morir aquí ¡No!─ aumento su velocidad hasta máximo, sacando de su cintura su ninjato, con el cual corto desesperadamente los hilos para después dar un gran salto para llegar al final del pasillo, aunque el ultimo hilo, el cual no fue cortado debido a que el ninjato ya había pasado su lugar sin llegar a cortarlo, desgarro varios milímetros de su hombro, al sentir el filo separando su piel, giro su cuerpo en el aire para después caer de espalda sobre un piso que ahora era de cemento, aunque eso no fue lo único que cambio, el pasillo cambiaba repentinamente 90° su dirección a un par de metros, aunque Haru no se levantaría en bastante tiempo, desparramado boca arriba sobre el suelo, su pecho se elevaba aproximadamente 3 centímetros desde su posición normal, pero no, no tuvo tiempo de descansar, a tan solo unos instantes de salir de los hilos, como estuvo pasando todo el tiempo desde que habían ingresado allí, las pocas luces comenzaron a irse, dejando todo en oscuridad, lo que lo obligo a avanzar, aunque esta vez no a paso apresurado.
El camino era mucho más tranquilo esta vez, las luces eran cada vez más blancas y curiosamente la temperatura comenzaba a aumentar lo que provocaba que su cansancio aumentara aún más, su paso cada vez era más lerdo y su cuerpo le pesaba cada vez más, por lo que de su mochila saco una cantimplora, de la cual bebió hasta saciarse para después guardarla, eso lo refresco un poco, y con un gran suspiro volvió a su paso normal.
Al cabo de unos minutos la vibración volvió a sentirse, lo que indicaba otro problema─ No volveré a caer en lo mismo─ esta vez Haru no se apresuró, siguió su paso normal, atento sin perder ningún detalle, se detuvo un momento cuando sintió que había pisado algo pegajoso, aunque por la oscuridad no podía notar que era<< Demonios, ahora que>> sus nervios comenzaron a alterarse, ya que no sabía que era lo que sucedía, ni lo que vendría, por lo que se agacho para tocar el suelo, al tocar la sustancia con la que el piso estaba regado, se dio cuenta de que nunca debió haber entrado a esa zona, o al menos no debería haberse detenido, ya que cuando aún estaba en cuclillas, una chispa pudo verse a los lados del pasillo comenzando una llamarada que no cesaba su avance detrás del pelirrojo que nuevamente corría por su vida, al parecer esa parte estaba hecha para quedar atrapado entre llamas, ya que a unos 50 metros una gran pared de fuego se montaba<< Maldición, maldición, como se supone que pasare esto, ni siquiera se cuan ancha es esa llamarada>> pensó bastante alterado<< Tiene que haber algo por aquí, algo, cualquier cosa>> entonces noto que en el techo había alarmas de humo aunque estaban cubiertas por un plástico ¿un triste intento de evitar que el fuego se apague? O una forma de cruzar, rápidamente dio un gran salto retirando lo que cubría los rociadores, aunque las llamaradas no creaban el suficiente humo para activarlas, ya que al ser un piso de cemento, nada se incendiaba, por lo tanto no se creaba humo. Haru recordó su pasatiempo justo en el momento indicado, de su mochila retiro una escultura de madera que aún no estaba terminada y con el fuego la incendio, luego de unos segundos apago la misma agitándola y la acerco al rociador activándolo, lamentablemente, el agua que salía no era suficiente para apagar el fuego, ni siquiera para frenar el avance de la llamarada que crecía detrás de él, aunque si había logrado debilitarla─ Piensa…piensa, el fuego aun esta, pero tengo más tiempo─ cuando llevo sus manos hasta su cabeza en un intento de calmarse y pensar fríamente, noto lo empapado que estaba<<Claro, al estar mojado el fuego no me quemará tanto, aunque mi carrera estando tan cansado no será lo suficientemente rápida, tendré que usarlo>>
Con lo que aún le quedaba en su cantimplora se mojó aún más las partes que no estaban cubiertas por su ropa. Se colocó doblando sus rodillas para tener una mayor estabilidad, ya que para lo que venía la necesitaba, sus manos formaron de manera algo torpe los sellos de tigre y serpiente, manteniendo este último, una columna de madera se elevó diagonalmente a un Angulo bastante inclinado debajo de él, la misma avanzo 4 metros, introduciéndolo 3 metros dentro de la pared de fuego, por suerte, el fuego solo avanzaba 2 metros, por lo que prácticamente salió ileso del fuego, aunque avanzar 4 metros de esa forma, sin adherirse a la columna, lo mando a volar unos metros más, provocándole un par de golpes, aunque nada importante─¡¡Siii!!─ al estar tan feliz por haber salido casi ileso de esa prueba, prácticamente no sintió los golpes.
Lo siguiente fue correr, no pensaba quedarse a esperar a que pasara otra cosa más, muchos minutos sin detenerse, no le importo ni su cansancio ni su estado, solo avanzo, y como siempre las luces seguían apagándose detrás de él tiñendo todo de oscuridad.
Sus ojos se iluminaron al ver a otras personas en lo que parecía ser el punto de encuentro, no le importaba si eran matones, ninjas, o si se trataba de los mismos Kages, el hecho de que hubiera personas, descartaba la mayoría de probabilidades de fuera otra prueba, o al menos eso creía, al llegar pudo notar que varios habían llegado antes que él, aunque ninguno se encontraba en un gran estado, algunos tenían cortes, otros perforaciones, quemaduras, en su caso parecía que solo tenía unos raspones, ya que el agua había limpiado la sangre de su herida, a simple vista, parecía que solo se había dado un chapuzón, en cuanto al Hakagurē, tampoco parecía estar en mal estado, lo único que podía notarse era una considerable cantidad de polvo en su ropa y cabello, al ser la única persona con quien al menos había cruzado unas palabras, se acercó a él, al menos a simple vista, ya que no veía al Kusareño<<Tal vez aun no llego>> Haru quería pensar en que los que faltaban aun no habían llegado, ya que sabía claramente, juzgando las pruebas por las que había pasado, que muchos talvez nunca llegarían.
─ Ho-hola de nuevo─ saludo aun algo agitado elevando su mano.

- Hablo-
<<Pienso>>