29/08/2017, 01:27
«¡Que me mata! »Pensaba la rubia acuclillada y con ambas manos en la cabeza tras haber soltado su espada.
No iba a intentar huir, estaba demasiado asustada como para hacerlo y menos iba a ponerse a pelear contra semejante bestia pero al final de cuentas, nada le cayó encima a pesar de que hacía rato que debería haber sentido las zarpas de semejante animal atravesándole la carne.
Siendo así, Koko muy lentamente entreabrió un ojo y se llevó la sorpresa de su vida al ver al león pegado al piso por una masa viscosa que de algún lado sintió recordar, aunque a Keisuke definitivamente no le había visto antes.
—¿Eh? —Preguntó tímidamente mientras se levantaba sin despegar la mirada del animal.
No se atrevía a moverse del lugar, ni acercarse ni alejarse independientemente del estado de Daigo quien había ido a solicitar la ayuda del chico de Amegakure.
No iba a intentar huir, estaba demasiado asustada como para hacerlo y menos iba a ponerse a pelear contra semejante bestia pero al final de cuentas, nada le cayó encima a pesar de que hacía rato que debería haber sentido las zarpas de semejante animal atravesándole la carne.
Siendo así, Koko muy lentamente entreabrió un ojo y se llevó la sorpresa de su vida al ver al león pegado al piso por una masa viscosa que de algún lado sintió recordar, aunque a Keisuke definitivamente no le había visto antes.
—¿Eh? —Preguntó tímidamente mientras se levantaba sin despegar la mirada del animal.
No se atrevía a moverse del lugar, ni acercarse ni alejarse independientemente del estado de Daigo quien había ido a solicitar la ayuda del chico de Amegakure.