30/08/2017, 06:09
Mogura había entendido su chiste, y se rió de él, aunque intentando ser discreto con ello.
Entonces, mientras la tormenta amainaba fuera, los chicos se dispusieron a intercambiar información. Para ser más precisos, Mogura comenzó a hablar y a describirle los distintos lugares de Yukio que podría visitar una vez el clima estuviera calmo. Taeko disfrutó cada momento de charla, escribiendo en varias hojas las indicaciones del moreno. No se dio cuenta del paso de las horas hasta que ya no escuchó nada fuera de la posada.
El chico se despidió, diciéndole que era momento para él de regresar a Amegakure. La peliplateada asintió y le dedicó una última nota.
≫Cuídese, Manase-san. Que los dioses hagan que nuestros caminos se crucen de nuevo.
La estancia de Taeko, por el contrario, acababa de comenzar. Saldría y recorrería algo de la ciudad antes del anochecer, y buscaría una posada con mejor pinta que la que donde estaban. Pensó por un momento Ritsuko, y en que la dejaría sola. Pero se obligó a dejar tal pensamiento. Ella sabría cuidarse sola. Esperaba.
Le devolvió la reverencia al ninja médico, quien le devolvería la voz en un futuro, tal vez. Y lo vería salir al frío pero no tan violento aire de las Tierras Nevadas.
Taeko respiró profundamente y se dispuso a salir a explorar. Bajo los consejos de Mogura estaba segura de que podría disfrutar de Yukio al máximo.
Entonces, mientras la tormenta amainaba fuera, los chicos se dispusieron a intercambiar información. Para ser más precisos, Mogura comenzó a hablar y a describirle los distintos lugares de Yukio que podría visitar una vez el clima estuviera calmo. Taeko disfrutó cada momento de charla, escribiendo en varias hojas las indicaciones del moreno. No se dio cuenta del paso de las horas hasta que ya no escuchó nada fuera de la posada.
El chico se despidió, diciéndole que era momento para él de regresar a Amegakure. La peliplateada asintió y le dedicó una última nota.
≫Cuídese, Manase-san. Que los dioses hagan que nuestros caminos se crucen de nuevo.
La estancia de Taeko, por el contrario, acababa de comenzar. Saldría y recorrería algo de la ciudad antes del anochecer, y buscaría una posada con mejor pinta que la que donde estaban. Pensó por un momento Ritsuko, y en que la dejaría sola. Pero se obligó a dejar tal pensamiento. Ella sabría cuidarse sola. Esperaba.
Le devolvió la reverencia al ninja médico, quien le devolvería la voz en un futuro, tal vez. Y lo vería salir al frío pero no tan violento aire de las Tierras Nevadas.
Taeko respiró profundamente y se dispuso a salir a explorar. Bajo los consejos de Mogura estaba segura de que podría disfrutar de Yukio al máximo.
SILENCE
〘When deed speaks, words are nothing.〙
"Pienso" (thistle) ❀ ≫Escribo (orchid)
¡Visita El rincón de traducción de Taekūran!
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