3/09/2017, 00:41
— Como desees. Sientate, tardaré un rato. Aunque la llamemos limpieza inmediata no es más que lavar a mano.
A Juro se le cayó el alma a los pies. ¿Cómo que no era inmediata? Por culpa de que las máquinas estuviesen ocupadas, claro estaba. Pero el dependiente de abajo no sabía eso. Se iba a tragar toda la culpa.
« Esto no tendría que pasarme a mi... Esto no es justo... »
Vale que las máquinas estuvieran ocupadas, pero estuvo seguro de que esa mujer iba a tardar milenios. Y el hombre se enfadaría con él. Quizá incluso le diese por fallida la misión. Y todo porque a un niño malcriado no le había dado por conservar en condiciones el maldito traje.
Juro se sentó en los taburetes y estuvo pensando en este tipo de cosas durante el tiempo que pudo. Hasta que un sonido irritante empezó a sonar, como de metal cortando madera. Sonidos intermitentes y breves. Tras unos segundos, paró, y después comenzó a sonar otro que se asemejaba a una caja musical totalmente desafinado. Era como arañar una pizarra.
Juro se tapó los oídos con una mueca total de desagrado. Era totalmente sensible a esas cosas.
Y luego, silencio otra vez.
« ¿Qué demonio? »
¿Venía de dentro? ¿Qué diablos hacía esa mujer con el traje? Porque no sonaba a una limpieza a mano tradicional.
Con la misma duda, decidió quedarse sentado y agudizar la oreja, para ver si había sido un hecho aislado o este sonido iba a repetirse otra vez.
A Juro se le cayó el alma a los pies. ¿Cómo que no era inmediata? Por culpa de que las máquinas estuviesen ocupadas, claro estaba. Pero el dependiente de abajo no sabía eso. Se iba a tragar toda la culpa.
« Esto no tendría que pasarme a mi... Esto no es justo... »
Vale que las máquinas estuvieran ocupadas, pero estuvo seguro de que esa mujer iba a tardar milenios. Y el hombre se enfadaría con él. Quizá incluso le diese por fallida la misión. Y todo porque a un niño malcriado no le había dado por conservar en condiciones el maldito traje.
Juro se sentó en los taburetes y estuvo pensando en este tipo de cosas durante el tiempo que pudo. Hasta que un sonido irritante empezó a sonar, como de metal cortando madera. Sonidos intermitentes y breves. Tras unos segundos, paró, y después comenzó a sonar otro que se asemejaba a una caja musical totalmente desafinado. Era como arañar una pizarra.
Juro se tapó los oídos con una mueca total de desagrado. Era totalmente sensible a esas cosas.
Y luego, silencio otra vez.
« ¿Qué demonio? »
¿Venía de dentro? ¿Qué diablos hacía esa mujer con el traje? Porque no sonaba a una limpieza a mano tradicional.
Con la misma duda, decidió quedarse sentado y agudizar la oreja, para ver si había sido un hecho aislado o este sonido iba a repetirse otra vez.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60