15/07/2015, 03:06
El joven de Kusagakure se mostraba reacio a ceder terreno en aquella pelea.
Prueba de eso era el hecho de que difícilmente retrocedía, o quizás fuera su naturaleza el luchar de frente y pegar los fuerte posible hasta que su oponente callera inconsciente. Quizás solo fuera así desde la perspectiva del peliblanco, puesto que sus estilos de combate y acercamiento eran completamente opuestos.
El joven rubio había caído en el truco de los clones, sin embargo el ataque principal había fallado su cuerpo por poco. Pero el tiempo que gasto evitando el ataque le dio a Kazuma una oportunidad de posicionarse, por lo que salió de los montos donde se encontraba oculto para ir en dirección al camino de tierra.
Anteriormente su oponente le había grita alguna burla o similar, y aunque bien le hubiera gustado contestarle con su habitual cinismo, la inflamación que tenía en su garganta le impedía hablar, mucho menos alzar la voz.
«Cielos, parece que ahora la cosas se van a poner más tediosas» —pensó mientras veía como su oponente tomaba una posición defensiva.
«Me pregunto si aún le quedan más trucos. Aunque es posible que no sea así, después de todo su estilo es mas como él de un luchador de cuadrilátero, de frente y sin muchos trucos, confiando en su fuerza y reflejos»
«Por otro lado, soy más del estilo callejero. Poco importa el medio mientras puedas mantenerte en la batalla, más aun si la estas disfrutando. Aunque si las cosas siguen así, puede que esto se ponga feo, debo aprovechar la poca luz que resta»
Pensando en aquello, el Ishimura corrió hasta encontrarse unos metros en frente de su oponente. Luego empezó a caminar hacia él, todo aquello mientras terminaba una secuencia de manos.
«Su velocidad y reflejos son buenos. Mas parece que su respuesta a los trucos y provocaciones no es buena» —dedujo el ojos grises.
Tan solo fueron tres simples sellos —carnero, serpiente y tigre—. Sin embargo desde los laterales del genin de Uzushio se manifestaron nueve clones que. Copias que aparentemente tenía el objetivo de correr hacia su oponente para rodearlo mientras se mantenía corriendo en círculo. Todo mientras el real se mezclaba con los falso, dando la sensación de que había diez shinobis de piel morena.
«Puede que el engaño no dure mucho, pero bastara para avasallarlo al menos por unos instantes»
Prueba de eso era el hecho de que difícilmente retrocedía, o quizás fuera su naturaleza el luchar de frente y pegar los fuerte posible hasta que su oponente callera inconsciente. Quizás solo fuera así desde la perspectiva del peliblanco, puesto que sus estilos de combate y acercamiento eran completamente opuestos.
El joven rubio había caído en el truco de los clones, sin embargo el ataque principal había fallado su cuerpo por poco. Pero el tiempo que gasto evitando el ataque le dio a Kazuma una oportunidad de posicionarse, por lo que salió de los montos donde se encontraba oculto para ir en dirección al camino de tierra.
Anteriormente su oponente le había grita alguna burla o similar, y aunque bien le hubiera gustado contestarle con su habitual cinismo, la inflamación que tenía en su garganta le impedía hablar, mucho menos alzar la voz.
«Cielos, parece que ahora la cosas se van a poner más tediosas» —pensó mientras veía como su oponente tomaba una posición defensiva.
«Me pregunto si aún le quedan más trucos. Aunque es posible que no sea así, después de todo su estilo es mas como él de un luchador de cuadrilátero, de frente y sin muchos trucos, confiando en su fuerza y reflejos»
«Por otro lado, soy más del estilo callejero. Poco importa el medio mientras puedas mantenerte en la batalla, más aun si la estas disfrutando. Aunque si las cosas siguen así, puede que esto se ponga feo, debo aprovechar la poca luz que resta»
Pensando en aquello, el Ishimura corrió hasta encontrarse unos metros en frente de su oponente. Luego empezó a caminar hacia él, todo aquello mientras terminaba una secuencia de manos.
«Su velocidad y reflejos son buenos. Mas parece que su respuesta a los trucos y provocaciones no es buena» —dedujo el ojos grises.
Tan solo fueron tres simples sellos —carnero, serpiente y tigre—. Sin embargo desde los laterales del genin de Uzushio se manifestaron nueve clones que. Copias que aparentemente tenía el objetivo de correr hacia su oponente para rodearlo mientras se mantenía corriendo en círculo. Todo mientras el real se mezclaba con los falso, dando la sensación de que había diez shinobis de piel morena.
«Puede que el engaño no dure mucho, pero bastara para avasallarlo al menos por unos instantes»