3/09/2017, 13:53
—Koko! Sal de ahí!— Vociferé. —Ahora!— Ordené mientras movía mi mano en un movimiento ondeante hacia la posición que manteníamos Daigo y yo, "fuera del peligro" o por lo menos en una posición mejor. La fiera siguió luchando contra mi técnica y cada vez que las agujas penetraron su piel se veía más feroz, empezaba a dudar sí permanecería mucho más tiempo atrapada en aquella masa viscosa, no obstante, terminó por desistir al final y sentí cierto alivio en mi interior, pero no sabía cuanto tiempo podría durar.
—Sí ese león es capaz de usar ninjutsu no sé sí vuelva a caer en esta técnica... Pero puedo intentarlo— Añadí ante la propuesta del peliverde. Justo llevé mis manos a mi pecho y empecé a realizar una corta secuencia de sellos, pero me detuve en seco cuando miré una sombra acercarse y detenerse justo al lado de la rubia. "¿ahora qué?" Me dije con un poco de angustia ande la duda.
Miré con un poco de escepticismo la figura femenina, no porque fuese una mujer, sino porque aparentemente era una sola. —¿Solo vienes tú?— Manifesté dándole a entender que quizás su presencia no era suficiente. —El dueño del león está un poco más arriba y seguro ha de venir en camino, tratamos de no herirlo más que lo necesario.— Expliqué brevemente.
—Siendo así, lo dejamos en tus manos, como verás necesitamos llevar a mi compañero a un servicio médico lo antes posible.— Dije obviando aquel diminuto "creo" que escuché como un susurro. —Vamos, un poco más adelante podré aliviarte un poco.— Aseguré mientras me acercaba al herido y trataba de animarle a caminar en dirección al descenso; nos detendríamos en el interior de unas de las cuevas de la cordillera, sí nada nos detenía.
—Te haré un cabestrillo y anestesiaré tu brazo para que no te duela, ¿Entendido?— Expliqué esperando su aprobación, mis manos se moverían rápidamente a mi porta-objetos una vez él afirmase.
—Sí ese león es capaz de usar ninjutsu no sé sí vuelva a caer en esta técnica... Pero puedo intentarlo— Añadí ante la propuesta del peliverde. Justo llevé mis manos a mi pecho y empecé a realizar una corta secuencia de sellos, pero me detuve en seco cuando miré una sombra acercarse y detenerse justo al lado de la rubia. "¿ahora qué?" Me dije con un poco de angustia ande la duda.
Miré con un poco de escepticismo la figura femenina, no porque fuese una mujer, sino porque aparentemente era una sola. —¿Solo vienes tú?— Manifesté dándole a entender que quizás su presencia no era suficiente. —El dueño del león está un poco más arriba y seguro ha de venir en camino, tratamos de no herirlo más que lo necesario.— Expliqué brevemente.
—Siendo así, lo dejamos en tus manos, como verás necesitamos llevar a mi compañero a un servicio médico lo antes posible.— Dije obviando aquel diminuto "creo" que escuché como un susurro. —Vamos, un poco más adelante podré aliviarte un poco.— Aseguré mientras me acercaba al herido y trataba de animarle a caminar en dirección al descenso; nos detendríamos en el interior de unas de las cuevas de la cordillera, sí nada nos detenía.
—Te haré un cabestrillo y anestesiaré tu brazo para que no te duela, ¿Entendido?— Expliqué esperando su aprobación, mis manos se moverían rápidamente a mi porta-objetos una vez él afirmase.