15/07/2015, 15:28
(Última modificación: 16/07/2015, 16:13 por Uzumaki Eri.)
Si ese momento fuese uno sacado de una serie de televisión asiática, en la cabeza de Eri hubiese aparecido una gota de sudor. El chico, de nombre Ichiro, era un chico hiperactivo que lo único que hacía era moverse, y eso a ella le estaba poniendo muy nerviosa.
''¿No se podría estar quieto ni un segundo?''
Entonces decidió que lo mejor era acompañarle y terminar cuanto antes para desaparecer de allí y poder estar sola cuanto antes, aún así, el chico tenía un mapa, tenía un camino de piedras y un par de piernas sanas. ¡Podría hacerlo sin ella perfectamente! Luego le miró más detenidamente.
''Qué pintas más raras tiene la gente de hoy en día...'' Pero ella no era nadie para juzgar, más que nada porque ella tampoco es que fuera muy normal vestida. ''Quizás es un extranjero.''
El chico de cabellos grises se presentó, y preguntó también por el nombre de la joven kunoichi, así que por ser cortés le respondió. -Me llamo Eri...-Pero las palabras se quedaron volando en el aire, ya que el chico comenzó a subir escaleras como loco. La joven de ojos verdes suspiró derrotada y comenzó a subir las escaleras a su ritmo.
-¡Quieres esperar que me dejas atrás!-Gritó la kunoichi, pero el chico ya había llegado al primer punto de parada de las escaleras. -¿Para qué quieres ir ahí?- Preguntó por curiosidad.
''¿No se podría estar quieto ni un segundo?''
Entonces decidió que lo mejor era acompañarle y terminar cuanto antes para desaparecer de allí y poder estar sola cuanto antes, aún así, el chico tenía un mapa, tenía un camino de piedras y un par de piernas sanas. ¡Podría hacerlo sin ella perfectamente! Luego le miró más detenidamente.
''Qué pintas más raras tiene la gente de hoy en día...'' Pero ella no era nadie para juzgar, más que nada porque ella tampoco es que fuera muy normal vestida. ''Quizás es un extranjero.''
El chico de cabellos grises se presentó, y preguntó también por el nombre de la joven kunoichi, así que por ser cortés le respondió. -Me llamo Eri...-Pero las palabras se quedaron volando en el aire, ya que el chico comenzó a subir escaleras como loco. La joven de ojos verdes suspiró derrotada y comenzó a subir las escaleras a su ritmo.
-¡Quieres esperar que me dejas atrás!-Gritó la kunoichi, pero el chico ya había llegado al primer punto de parada de las escaleras. -¿Para qué quieres ir ahí?- Preguntó por curiosidad.