19/07/2015, 02:40
El suspiro hondo de la joven llamo la atención de Ichiro, quien levanto la cabeza de los mapas para observar el rostro de la muchacha al escucharlo, parecía un poco cansada, aunque su altura y su tono de voz la hacían parecer simpática y con ánimo. Tras unas palabras acompañadas de una sonrisa volvió a generarle una nueva pregunta al shinobi. Este le devolvió la sonrisa, mientras continuaba el dialogo.
- Emm.. –dijo el joven mientras se frotaba el cuello con la mano derecha pensando un poco la respuesta de la pregunta- Que es un popu?. Supongo que no me llama mucho la atención viajar solo por tierras extrañas, además, eres un ninja. A quien no le gusta sentirse protegido?, vamos, que eres una enclenque igual que yo, pero supongo que sabes lanzar una bola de fuego o dos.
Continuaba expresando el ninja entre sonrisas mientras volvía a introducir los mapas con cuidado en su mochila, cerrándola fuerte y preparándose para retomar el paso hacia el museo, aunque se sentía un poco agotado no estaba para nada cansado y casi sin darse cuenta estos compañeros habían recorrido ya lo que era la mitad del camino desde el puerto que prácticamente era la base del poblado hasta la edificación.
El shinobi continuaba subiendo escalón por escalón, con la misma velocidad con la cual lo había hecho con el primero, ya casi estaban cerca de llegar, una toz repentina le hizo sentir la garganta un poco seca, y saco una cantimplora la cual se puso a beber de inmediato mientras la pequeña le continuaba la charla.
- Así que no vives aquí? Lo pude deducir por tu bandana. Supongo que no estas de misión por aceptar acompañarme. Entonces, que haces aquí?[.-hizo una pausa- Quieres agua?.-Mientras le alcanzaba la cantimplora gris.
Ahora el que estaba en una posición interrogativa era Ichiro. No lo hacía por nada en especial, pero le gustaba mantener la charla con su acompañante mientras subían las escaleras. Hacía pasar el rato y no aburrirse, además le divertían las contestaciones de su nueva conocida.
Caminaron un rato largo por aquellos lugares hasta llegar a una puerta de metal gigantesca, con muchos dibujos y algunos pinchos. Esta estaba abierta hacia atrás de par en par y con dos guardias en la misma, bien armados con Katanas, prácticamente no se movían y vigilaban a todo el que pasaba por allí, aunque no había mucho movimiento por aquel lugar histórico.
El viento soplaba más que dentro del poblado, era un viento frio, que te generaba dolor en la garganta al tratar de respirarlo por la boca. El sol brillaba sobre la estructura de piedra sólida.
Varios carteles hacían referencia a que era la entrada del museo.
Ichiro solto un soplido se apoyo sobre su rodillas y miro sonriente aunque un poco cansado a Eri
- Las damas primero!
Dijo en un grito y prácticamente al terminar de decir la última letra salió corriendo hacia dentro del edificio, despreocupado por su acompañante.
- Emm.. –dijo el joven mientras se frotaba el cuello con la mano derecha pensando un poco la respuesta de la pregunta- Que es un popu?. Supongo que no me llama mucho la atención viajar solo por tierras extrañas, además, eres un ninja. A quien no le gusta sentirse protegido?, vamos, que eres una enclenque igual que yo, pero supongo que sabes lanzar una bola de fuego o dos.
Continuaba expresando el ninja entre sonrisas mientras volvía a introducir los mapas con cuidado en su mochila, cerrándola fuerte y preparándose para retomar el paso hacia el museo, aunque se sentía un poco agotado no estaba para nada cansado y casi sin darse cuenta estos compañeros habían recorrido ya lo que era la mitad del camino desde el puerto que prácticamente era la base del poblado hasta la edificación.
El shinobi continuaba subiendo escalón por escalón, con la misma velocidad con la cual lo había hecho con el primero, ya casi estaban cerca de llegar, una toz repentina le hizo sentir la garganta un poco seca, y saco una cantimplora la cual se puso a beber de inmediato mientras la pequeña le continuaba la charla.
- Así que no vives aquí? Lo pude deducir por tu bandana. Supongo que no estas de misión por aceptar acompañarme. Entonces, que haces aquí?[.-hizo una pausa- Quieres agua?.-Mientras le alcanzaba la cantimplora gris.
Ahora el que estaba en una posición interrogativa era Ichiro. No lo hacía por nada en especial, pero le gustaba mantener la charla con su acompañante mientras subían las escaleras. Hacía pasar el rato y no aburrirse, además le divertían las contestaciones de su nueva conocida.
Caminaron un rato largo por aquellos lugares hasta llegar a una puerta de metal gigantesca, con muchos dibujos y algunos pinchos. Esta estaba abierta hacia atrás de par en par y con dos guardias en la misma, bien armados con Katanas, prácticamente no se movían y vigilaban a todo el que pasaba por allí, aunque no había mucho movimiento por aquel lugar histórico.
El viento soplaba más que dentro del poblado, era un viento frio, que te generaba dolor en la garganta al tratar de respirarlo por la boca. El sol brillaba sobre la estructura de piedra sólida.
Varios carteles hacían referencia a que era la entrada del museo.
Ichiro solto un soplido se apoyo sobre su rodillas y miro sonriente aunque un poco cansado a Eri
- Las damas primero!
Dijo en un grito y prácticamente al terminar de decir la última letra salió corriendo hacia dentro del edificio, despreocupado por su acompañante.