13/09/2017, 00:10
Ya hacia unos días que había cumplido con mi deber como camarada de Kusagakure de Jurete. Había cuidado de su marioneta, había ido a verle y le había devuelto su juguetito de una pieza. Pronto volvería a pisar la calle y podría volver a hacer una vida normal pero yo me aburría demasiado. Solo, sin pista alguna de Daigo. Entrenaba, si, pero echaba de menos mi casa, a mamá y a Setsuna. quería que se acabase todo y volver a mi hogar. Aquello se había convertido en mi hogar, pero todos sabemos que no era lo mismo.
cuando no entrenaba, vagaba por ahí. Iba a Sendoshi a hincharme a comer y beber o simplemente deambulaba por ahí en busca de rincones que no hubiera visto del Valle de los Dojos. Aquel día fui a parar al bosque sesgado. Ese lugar en el que el hombre puso su mano y lo convirtió en un lugar en el que entrenar. Cortando los troncos de los arboles para crear plataformas y desniveles.
Escuche lo que parecía ser una voz femenina, iba corriendo de allí para allá sin un rombo ordenado. Todo parecían ser direcciones al azar y no parecía haberse percatado de mi presencia. De pronto se detuvo y...
«¿Qué cojones?»
¿Estaba alucinando? Su brazo brilló. Lo había recubierto de rayos y estampó su codo en uno de los arboles, el cual recibió un boquete y la muchacha cayó de culo — casi literalmente, pues apenas tenía algo que ejerciese de pantalón o similar — Trataba de recuperar el aliento pero no tendría tiempo para ello pues el tronco que había golpeado estaba dispuesto a caer encima suyo para rematarla, como si se tratase de una venganza.
— ¡Cuidado! — di la voz de alarma.
De todas formas preferí curarme en salud, hice uso del sunshin y la agarré para llevármela a cuestas y que aquella no fuese su final fatal.
— Deberías andarte con cuidado cuando uses el Lightning Elbow o un día lo lamentarás — le dije mientras señalaba el tronco que ella misma había decapitado.
cuando no entrenaba, vagaba por ahí. Iba a Sendoshi a hincharme a comer y beber o simplemente deambulaba por ahí en busca de rincones que no hubiera visto del Valle de los Dojos. Aquel día fui a parar al bosque sesgado. Ese lugar en el que el hombre puso su mano y lo convirtió en un lugar en el que entrenar. Cortando los troncos de los arboles para crear plataformas y desniveles.
Escuche lo que parecía ser una voz femenina, iba corriendo de allí para allá sin un rombo ordenado. Todo parecían ser direcciones al azar y no parecía haberse percatado de mi presencia. De pronto se detuvo y...
«¿Qué cojones?»
¿Estaba alucinando? Su brazo brilló. Lo había recubierto de rayos y estampó su codo en uno de los arboles, el cual recibió un boquete y la muchacha cayó de culo — casi literalmente, pues apenas tenía algo que ejerciese de pantalón o similar — Trataba de recuperar el aliento pero no tendría tiempo para ello pues el tronco que había golpeado estaba dispuesto a caer encima suyo para rematarla, como si se tratase de una venganza.
— ¡Cuidado! — di la voz de alarma.
De todas formas preferí curarme en salud, hice uso del sunshin y la agarré para llevármela a cuestas y que aquella no fuese su final fatal.
— Deberías andarte con cuidado cuando uses el Lightning Elbow o un día lo lamentarás — le dije mientras señalaba el tronco que ella misma había decapitado.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa