26/07/2015, 23:48
El joven rubio parecía completamente indispuesto a dejarse tomar por sorpresa.
En cuanto los clones cayeron sobre él, el chico de Kusagakure mostro que no se dejaría intimidar por aquella táctica. Puesto que inmediatamente se giro sobre sí mismo para lanzar dos shurikens que tenían como objetivo al peliblanco.
Luego de su lanzamiento, ambas estrellas de metal acabarían con dos clones que se encontraban en su camino, despejando momentáneamente un pasaje entre Kazuma y su oponente, que por un segundo sostuvieron miradas.
«Bueno, al demonio con el plan “B”, esperemos que el plan “C” resulte mejor» —pensó él, mientras ambas armas se dirigían volando hacia él.
En circunstancias normales, el Ishimura no hubiera tenia problema esquivando ambos shurikens, pero la distancia a la que se encontraba era muy corta, y de alguna manera esa armas parecían lanzadas de forma que si esquivara una, la otra con seguridad le daría.
El piel morena dio un paso lateral y esquivo la primera de las armas —permitiendo que esta se perdiera en el aire—. De la segunda se hizo cargo con su espada, interceptando la estrella de acero y deteniéndola en seco —provocando que esta callera inerte a sus pies—. Todo aquello mientras se movía hacia adelante, hacia su oponente.
Pero no todo podía salir como esperaba.
Mientras estaba a medio camino —un metro, quizás metro y medio—, pudo ver como su oponente levantaba sus brazos en un gesto que se le hacía familiar, mientras hacia un gesto de estar en guardia.
«Joder, parece que otra vez viene el relámpago»—pensó mientras que una capa de pequeños relámpagos envolvía los guantes de su oponente.
Mientras alzaba su espada, pudo apreciar como el rubio cerraba uno de sus ojos, mientras permitía que en su cara se dibujara una sonrisa.
«El viejo truco de mantener un ojo cerrado pare evitar la mitad de un Iaido: Nikkou. Debo admitir que es buena idea, pero no totalmente»
En cuanto vio aquel brillo, Kazuma se decanto por sacar el mayor provecho de la situación. Al menos el poco provecho que tenía en sus manos, puesto que aquella distancia le sería imposible esquivar un relámpago bien apuntado. Pero también se le dificultaría evitarlo a un estando en movimiento.
Por lo que hizo lo único a su alcance.
Teniendo en cuenta que la percepción general y de profundidad de su oponente estaría limitada con un ojo cerrado. Decidió hacer como si en media carrera fuera a dar un tajo al aire con su espada, y procedió a arrojarla con la mayor fuerza posible hacia su oponente, de manera que le pudiera alcanzar con la punta como si de una lanza se tratara.
En condiciones normales aquella táctica hubiera sido impensable, puesto que implicaría un peligro de muerte potencial para su oponente. Sin embargo con la cubierta invisible de la katana, cualquier corte seria evitado, aunque el daño seguiría siendo el mismo.
Pero su oponente no tendría conocimiento de aquello. Para él, lo más probable es que estuvieran intentando ocasionarle una herida fatal. Lo cual sería lógico, puesto que una espada normal te atravesaría, pero en cambio Kōtetsu no Arashi solo te golpearía para luego caer al suelo.
Eso claro, si su usuario así lo quisiera.
En cuanto los clones cayeron sobre él, el chico de Kusagakure mostro que no se dejaría intimidar por aquella táctica. Puesto que inmediatamente se giro sobre sí mismo para lanzar dos shurikens que tenían como objetivo al peliblanco.
Luego de su lanzamiento, ambas estrellas de metal acabarían con dos clones que se encontraban en su camino, despejando momentáneamente un pasaje entre Kazuma y su oponente, que por un segundo sostuvieron miradas.
«Bueno, al demonio con el plan “B”, esperemos que el plan “C” resulte mejor» —pensó él, mientras ambas armas se dirigían volando hacia él.
En circunstancias normales, el Ishimura no hubiera tenia problema esquivando ambos shurikens, pero la distancia a la que se encontraba era muy corta, y de alguna manera esa armas parecían lanzadas de forma que si esquivara una, la otra con seguridad le daría.
El piel morena dio un paso lateral y esquivo la primera de las armas —permitiendo que esta se perdiera en el aire—. De la segunda se hizo cargo con su espada, interceptando la estrella de acero y deteniéndola en seco —provocando que esta callera inerte a sus pies—. Todo aquello mientras se movía hacia adelante, hacia su oponente.
Pero no todo podía salir como esperaba.
Mientras estaba a medio camino —un metro, quizás metro y medio—, pudo ver como su oponente levantaba sus brazos en un gesto que se le hacía familiar, mientras hacia un gesto de estar en guardia.
«Joder, parece que otra vez viene el relámpago»—pensó mientras que una capa de pequeños relámpagos envolvía los guantes de su oponente.
Mientras alzaba su espada, pudo apreciar como el rubio cerraba uno de sus ojos, mientras permitía que en su cara se dibujara una sonrisa.
«El viejo truco de mantener un ojo cerrado pare evitar la mitad de un Iaido: Nikkou. Debo admitir que es buena idea, pero no totalmente»
En cuanto vio aquel brillo, Kazuma se decanto por sacar el mayor provecho de la situación. Al menos el poco provecho que tenía en sus manos, puesto que aquella distancia le sería imposible esquivar un relámpago bien apuntado. Pero también se le dificultaría evitarlo a un estando en movimiento.
Por lo que hizo lo único a su alcance.
Teniendo en cuenta que la percepción general y de profundidad de su oponente estaría limitada con un ojo cerrado. Decidió hacer como si en media carrera fuera a dar un tajo al aire con su espada, y procedió a arrojarla con la mayor fuerza posible hacia su oponente, de manera que le pudiera alcanzar con la punta como si de una lanza se tratara.
En condiciones normales aquella táctica hubiera sido impensable, puesto que implicaría un peligro de muerte potencial para su oponente. Sin embargo con la cubierta invisible de la katana, cualquier corte seria evitado, aunque el daño seguiría siendo el mismo.
Pero su oponente no tendría conocimiento de aquello. Para él, lo más probable es que estuvieran intentando ocasionarle una herida fatal. Lo cual sería lógico, puesto que una espada normal te atravesaría, pero en cambio Kōtetsu no Arashi solo te golpearía para luego caer al suelo.
Eso claro, si su usuario así lo quisiera.