25/09/2017, 04:06
—No —respondió sin titubear.
"Rayos, ¿será que me estoy volviendo loco? Conozco persona que no me conocen y digo cosas que no quiero decir..." Me dije tras considerar si mi función mental se mantenía intacta.
O sí, no lo sé, pero lo mismo me pasa contigo, uhhh... ¿Kōsuke-san?
—Keisuke...— Comenté rápidamente para corregir al peliverde, aunque lo hice por inercia, un segundo más tarde caería en cuenta en que nunca le había dicho mi nombre, no que recordara, y Kōsuke y Keisuke eran muy parecidos para una coincidencia como esa, ¿no? —Ves! Keisuke y Kōsuke se parecen mucho, aquí hay gato encerrado.— Comenté con seguridad mientras intentaba darle la vuelta al asunto en mi mente.
Nuestros pasos nos llevaron al hospital de la capital del país, el camino hacia allí no había sido muy largo y tampoco muy ameno ya que nos mantuvimos un buen rato avanzando en silencio. Me encargué de dejarle en la manos de los médicos locales puesto que no tenía caso esperarle sí no recordaba más que su nombre y ni siquiera sabía como lo conocía...
—Espero no sea nada grave y que puedas participar en el torneo.— Comenté con sinceridad mientras lanzaba otra mirada fugaz a aquel cabestrillo. —Nos vemos.— Sin más que decir me esfumé del lugar con un gran dolor de cabeza.
"Rayos, ¿será que me estoy volviendo loco? Conozco persona que no me conocen y digo cosas que no quiero decir..." Me dije tras considerar si mi función mental se mantenía intacta.
O sí, no lo sé, pero lo mismo me pasa contigo, uhhh... ¿Kōsuke-san?
—Keisuke...— Comenté rápidamente para corregir al peliverde, aunque lo hice por inercia, un segundo más tarde caería en cuenta en que nunca le había dicho mi nombre, no que recordara, y Kōsuke y Keisuke eran muy parecidos para una coincidencia como esa, ¿no? —Ves! Keisuke y Kōsuke se parecen mucho, aquí hay gato encerrado.— Comenté con seguridad mientras intentaba darle la vuelta al asunto en mi mente.
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Nuestros pasos nos llevaron al hospital de la capital del país, el camino hacia allí no había sido muy largo y tampoco muy ameno ya que nos mantuvimos un buen rato avanzando en silencio. Me encargué de dejarle en la manos de los médicos locales puesto que no tenía caso esperarle sí no recordaba más que su nombre y ni siquiera sabía como lo conocía...
—Espero no sea nada grave y que puedas participar en el torneo.— Comenté con sinceridad mientras lanzaba otra mirada fugaz a aquel cabestrillo. —Nos vemos.— Sin más que decir me esfumé del lugar con un gran dolor de cabeza.