26/09/2017, 00:04
La comida estaba buena, había que aceptarlo, y aunque no lo estuviese, seguía siendo dulce, así que Koko iba a seguir devorando como si al que fueran a pagarle fuese a ella y no a los empleados del local. Aunque obviamente, de vez en cuando tenía que interrumpirse para responder a las preguntas que le pudiera hacer Yota.
Tras tragar todo lo que tenía en la boca y dar el primer trago al agua de su vaso, la kunoichi se aclaró la garganta y procedió a responderle.
—Sí, le conozco, se aloja por Nantōnoya como todos los demás de Uzushiogakure —respondió con sinceridad—. Lo que no sé son las horas a las que sale y eso, así que a no ser que te las arregles para aparecerte por allí no sé donde puedas encontrarle —concluyó estirando la mano para tomar un bollo de canela.
En todo momento había sido sincera, no había motivos para que el chico desconfiase a no ser que se hiciese alguna idea equivocada de la kunoichi que ahora daba pequeñas mordidas a toda la masa de canela en un intento por evitar que explotase también. Ya suficientemente sucio estaba el vestido que llevaba.
Tras tragar todo lo que tenía en la boca y dar el primer trago al agua de su vaso, la kunoichi se aclaró la garganta y procedió a responderle.
—Sí, le conozco, se aloja por Nantōnoya como todos los demás de Uzushiogakure —respondió con sinceridad—. Lo que no sé son las horas a las que sale y eso, así que a no ser que te las arregles para aparecerte por allí no sé donde puedas encontrarle —concluyó estirando la mano para tomar un bollo de canela.
En todo momento había sido sincera, no había motivos para que el chico desconfiase a no ser que se hiciese alguna idea equivocada de la kunoichi que ahora daba pequeñas mordidas a toda la masa de canela en un intento por evitar que explotase también. Ya suficientemente sucio estaba el vestido que llevaba.