29/09/2017, 15:19
Juro, que tenía clara su desventaja, escogió una calle al azar y empezó a correr, porque sí. Porque en realidad ni siquiera sabía donde iba, ni si esa calle no sería una calle sin salida. Pero Juro vivía la vida al limite. Corrió y corrió y tras unos minutos llegó al limite de su villa, la enorme zanja que la rodeaba.
Correr con ese desnivel a un lado era peligroso, muy peligroso. Pero hacerlo alejado le llevaría a perderse y si se perdía dando la primera vuelta, ¿cómo demonios iba a llevar la cuenta? Ahora parecía que correr era el menor de sus problemas.
Correr con ese desnivel a un lado era peligroso, muy peligroso. Pero hacerlo alejado le llevaría a perderse y si se perdía dando la primera vuelta, ¿cómo demonios iba a llevar la cuenta? Ahora parecía que correr era el menor de sus problemas.