29/09/2017, 19:57
(Última modificación: 29/09/2017, 19:58 por Uzumaki Eri.)
Cuando la puerta se abrió, una mujer extremadamente delgada y de cabellos rojizos y lisos abrió la puerta. Tuvo que mirar hacia arriba pues no se encontraba a la altura de la kunoichi. Seguramente le sacaba unos cuarenta años a la joven que se encontraba expectante por comenzar su primera misión.
—Vaya, hola joven, gracias por venir tan pronto —agradeció la mujer con una sonrisa —. Como verás puedo cuidar las cosas que me quedan a la altura, pero como no puedo subirme a unas tristes escaleras, ay hija, no veas qué horrible es esto de envejecer...
»Pasa y te pongo al día sobre lo que tienes que hacer, o al menos tómate un té antes de empezar, será duro, tengo muchos boquetes por todos lados...
Dejó la puerta entreabierta y se ocultó entre los pasillos de la casa esperando a que Kimi se adentrara en ella y cerrase la puerta.
—¿Cuál es tu nombre? —preguntó desde lo que se supondría sería la cocina de la casa.
—Vaya, hola joven, gracias por venir tan pronto —agradeció la mujer con una sonrisa —. Como verás puedo cuidar las cosas que me quedan a la altura, pero como no puedo subirme a unas tristes escaleras, ay hija, no veas qué horrible es esto de envejecer...
»Pasa y te pongo al día sobre lo que tienes que hacer, o al menos tómate un té antes de empezar, será duro, tengo muchos boquetes por todos lados...
Dejó la puerta entreabierta y se ocultó entre los pasillos de la casa esperando a que Kimi se adentrara en ella y cerrase la puerta.
—¿Cuál es tu nombre? —preguntó desde lo que se supondría sería la cocina de la casa.