28/07/2015, 16:02
Eri miró confusa como Ichiro salía de su charco y se sentaba en el banco, hasta que el guardia comenzó a gritar sobre que ahí estaba el fugitivo y se acercaba hacia donde ambos se encontraban sentados.
Después de lo que le había contado Ichiro sobre que él había sido capaz de vender la espada a unos piratas en el puerto y repartir el dinero entre orfanato, hospitales, y en general con gente necesitada de Taikarune, su corazón se había ablandado un poco con ese chico, aunque todavía no acababa de creérselo ya que... ¿Piratas? ¿Con puertos cerrados? Era un tanto sospechoso, simplemente no quería tener nada que ver con problemas, pero tampoco quería que Ichiro tuviese, no antes de que probara que todo lo que había dicho era verdad. Así que suspiró por tercera vez, y se dejó entregar junto con él. Era una ninja al fin y al cabo, la ley era la ley, aunque si no era justa, no era justa. Y eso sí que no le hacía ninguna gracia a la joven.
-Disculpa.-Cuando se acercó al guardia con los brazos detrás de la cabeza.-No quisiese molestar pero...¿Era espionaje lo que estaba haciendo a mi persona, popu?- Preguntó, ahora con los brazos cruzados. Usualmente Eri era una persona tímida, pero cuando se cabreaba sacaba valor de donde no había, aunque eso le podría llevar a un gran problema, tanto a ella como al chico de cabellos grises. -Pensé que aclaramos todo antes en el museo, y sin embargo aquí ustedes han dudado de mí palabra, ¿qué ocurre con este chico? ¿Qué es lo que ha hecho, y por qué se me relaciona? ¿Por hablar con un civil que no pensaba que fuera un ladrón? ¿Qué clase de justicia es esta con los ciudadanos de a pie?-Dijo, indignada. A medida que hablaba varias personas se acercaban a escuchar, de noche, con antorchas encendidas a su al rededor. Varios guardias se acercaron por muchos lados, sin embargo el guardia con quien la joven hablaba no se había movido.
''No sé qué estoy haciendo, no quiero meter en líos a nadie más... Pero, si funciona, funciona.''
-Aun así, si quieren juzgarme, sin si quiera pruebas de un delito realizado, pueden registrarme de nuevo, tanto a él como a mí, delante de toda esta gente. Desnúdenme si quieren, más sería un juzgamiento injusto.- Terminó, levantando las manos de nuevo.
Después de lo que le había contado Ichiro sobre que él había sido capaz de vender la espada a unos piratas en el puerto y repartir el dinero entre orfanato, hospitales, y en general con gente necesitada de Taikarune, su corazón se había ablandado un poco con ese chico, aunque todavía no acababa de creérselo ya que... ¿Piratas? ¿Con puertos cerrados? Era un tanto sospechoso, simplemente no quería tener nada que ver con problemas, pero tampoco quería que Ichiro tuviese, no antes de que probara que todo lo que había dicho era verdad. Así que suspiró por tercera vez, y se dejó entregar junto con él. Era una ninja al fin y al cabo, la ley era la ley, aunque si no era justa, no era justa. Y eso sí que no le hacía ninguna gracia a la joven.
-Disculpa.-Cuando se acercó al guardia con los brazos detrás de la cabeza.-No quisiese molestar pero...¿Era espionaje lo que estaba haciendo a mi persona, popu?- Preguntó, ahora con los brazos cruzados. Usualmente Eri era una persona tímida, pero cuando se cabreaba sacaba valor de donde no había, aunque eso le podría llevar a un gran problema, tanto a ella como al chico de cabellos grises. -Pensé que aclaramos todo antes en el museo, y sin embargo aquí ustedes han dudado de mí palabra, ¿qué ocurre con este chico? ¿Qué es lo que ha hecho, y por qué se me relaciona? ¿Por hablar con un civil que no pensaba que fuera un ladrón? ¿Qué clase de justicia es esta con los ciudadanos de a pie?-Dijo, indignada. A medida que hablaba varias personas se acercaban a escuchar, de noche, con antorchas encendidas a su al rededor. Varios guardias se acercaron por muchos lados, sin embargo el guardia con quien la joven hablaba no se había movido.
''No sé qué estoy haciendo, no quiero meter en líos a nadie más... Pero, si funciona, funciona.''
-Aun así, si quieren juzgarme, sin si quiera pruebas de un delito realizado, pueden registrarme de nuevo, tanto a él como a mí, delante de toda esta gente. Desnúdenme si quieren, más sería un juzgamiento injusto.- Terminó, levantando las manos de nuevo.