30/09/2017, 16:26
Juro, que estaba demostrando ser un chico con recursos, bajó el ritmo al mismo tiempo que se aseguraba que pudiese pasar sin problema por aquella zona. Se aseguró que hubiese una distancia razonable entre el acantilado y los edificios y, obviamente, se pegó a la pared para alejarse lo máximo de la zona de peligro, que era el acantilado... ¿o no?
Cuando giró la cabeza para echar un vistazo a la pared a la que se había pegado, y la pared la devolvió el vistazo. Espera, las paredes no devuelven vistazos, pero sí tienen ventanas y esas ventanas pueden ser usadas por cosas vivas para mirar por ellas. En este caso, cuando nuestro valiente genin fijo la mirada en la pared, en vez de pared había un enorme perro a unos centimetros de él, asomado y mirandolo fijamente.
Antes de que pudiese reaccionar, el can empezó a ladrarle con un tono tan grave que parecía un maldito leon y se lanzó a por él. Para su satisfacción, había unos barrotes de metal estrategicamente puestos para que no se pudiese entrar ni salir por la ventana, porque sino el perro ya se hubiese despeñado hace años.
Pero el susto ya podía apuntarselo.
Cuando giró la cabeza para echar un vistazo a la pared a la que se había pegado, y la pared la devolvió el vistazo. Espera, las paredes no devuelven vistazos, pero sí tienen ventanas y esas ventanas pueden ser usadas por cosas vivas para mirar por ellas. En este caso, cuando nuestro valiente genin fijo la mirada en la pared, en vez de pared había un enorme perro a unos centimetros de él, asomado y mirandolo fijamente.
Antes de que pudiese reaccionar, el can empezó a ladrarle con un tono tan grave que parecía un maldito leon y se lanzó a por él. Para su satisfacción, había unos barrotes de metal estrategicamente puestos para que no se pudiese entrar ni salir por la ventana, porque sino el perro ya se hubiese despeñado hace años.
Pero el susto ya podía apuntarselo.