7/10/2017, 21:14
Dopado por la adrenalina del encuentro del que había conseguido salir vivo no tardó ni la mitad que la primera vez en llegar al puente. No había rastro del perro. Si se paraba solo el trajín de la villa le contestaría, la gente seguía a su bola y el único que parecía ser consciente del peligro era él.
Aunque si seguía dando vueltas a la villa volvería a encontrarse de nuevo con ese perro, en el mismo sitio en el que le había dejado, tal vez, podía ser.
Aunque si seguía dando vueltas a la villa volvería a encontrarse de nuevo con ese perro, en el mismo sitio en el que le había dejado, tal vez, podía ser.