16/10/2017, 05:18
Una vez más, Datsue se hacía el desentendido, cosa que ya le patinaba a la pecosa y no iba a dedicarse a discutirle por más tiempo. Quería irse, pero lamentablemente sus hermanos llegaron y Noemi muy probablemente iba a querer dedicarle un par de comentarios de todo menos agradables, aunque se estaba conteniendo por lo visto.
La Kageyama simplemente suspiró, se apartó un par de pasos y ubicó a un lado del mastodonte mientras que Datsue entablaba conversación con este último.
—Sakamoto Hideo —se presentó al mismo tiempo que se ponía de cuclillas bajando con extrema delicadeza a Noemi, quien se apoyaría en Koko para mantener el equilibrio—. He oído hablar de ti —dijo enderezándose para después estrecharle la mano al chico, con firmeza, pero sin ánimos de lastimar—. Así como sé que fuiste tú uno de los que se encargaron de Zoku, también sé otras cosas que no me agradan. Pero no te preocupes, la mitad de estas cosas me dan igual hasta que…
Mientras el grandulón hablaba, ya erguido y de paso cruzado de brazos. Koko y Noemi cuchicheaban por lo bajo, poniéndose al tanto del motivo principal por el que la pecosa había estado delante de la puerta del Uchiha.
—Me dejó paralizada en la puta playa con un pezón casi al aire y encima pretende que le consiga drogas del hospital —dijo Koko.
—Te dije que es un maldito, te tienes que mudar antes de que meta alguna mierda ilegal en tu casa y te acuse de algo —respondió muy convencida la Sakamoto.
—Para serte franco, no sé qué pensar de ti —continuó el mastodonte, dirigiéndose a Datsue—. Obviamente, yo y el resto del clan te agradecemos por lo que hiciste pero lo que mi familia me ha contado de ti no es muy ”agradable”, quiero decir, ¿qué es eso de tirarle piedras por la espalda a tus compañeros o intentarles estafar? También esa revista que rondaba por el valle de los dojos, tengo en claro que eres ese mismo Datsue y no me agrada en lo más mínimo lo que hiciste a mi hermana, indistintamente de que hayas querido ensuciar la reputación de Noemi usando la imagen de Koko, es… No me gusta en lo más mínimo —el tono empleado por el jounin dejaba en claro que estaba indignado de saber que uno de los héroes de la villa era alguien algo… Ruin, al menos a ojos del clan—. En situaciones normales todo el clan te hubiese apoyado incuestionablemente pero con tus antecedentes es bastante complicado que se haga algo, incluso hasta el día de la fecha siguen debatiendo si ofrecerte ayuda incondicional o no, ¿entiendes?
Convengamos que la palabra con mayor peso para el mastodonte Sakamoto era justamente la de su familia, y considerando la confianza ciega que tiene en el clan era muy difícil que le convencieran de algo que contradijera a alguno de los suyos.
La Kageyama simplemente suspiró, se apartó un par de pasos y ubicó a un lado del mastodonte mientras que Datsue entablaba conversación con este último.
—Sakamoto Hideo —se presentó al mismo tiempo que se ponía de cuclillas bajando con extrema delicadeza a Noemi, quien se apoyaría en Koko para mantener el equilibrio—. He oído hablar de ti —dijo enderezándose para después estrecharle la mano al chico, con firmeza, pero sin ánimos de lastimar—. Así como sé que fuiste tú uno de los que se encargaron de Zoku, también sé otras cosas que no me agradan. Pero no te preocupes, la mitad de estas cosas me dan igual hasta que…
Mientras el grandulón hablaba, ya erguido y de paso cruzado de brazos. Koko y Noemi cuchicheaban por lo bajo, poniéndose al tanto del motivo principal por el que la pecosa había estado delante de la puerta del Uchiha.
—Me dejó paralizada en la puta playa con un pezón casi al aire y encima pretende que le consiga drogas del hospital —dijo Koko.
—Te dije que es un maldito, te tienes que mudar antes de que meta alguna mierda ilegal en tu casa y te acuse de algo —respondió muy convencida la Sakamoto.
—Para serte franco, no sé qué pensar de ti —continuó el mastodonte, dirigiéndose a Datsue—. Obviamente, yo y el resto del clan te agradecemos por lo que hiciste pero lo que mi familia me ha contado de ti no es muy ”agradable”, quiero decir, ¿qué es eso de tirarle piedras por la espalda a tus compañeros o intentarles estafar? También esa revista que rondaba por el valle de los dojos, tengo en claro que eres ese mismo Datsue y no me agrada en lo más mínimo lo que hiciste a mi hermana, indistintamente de que hayas querido ensuciar la reputación de Noemi usando la imagen de Koko, es… No me gusta en lo más mínimo —el tono empleado por el jounin dejaba en claro que estaba indignado de saber que uno de los héroes de la villa era alguien algo… Ruin, al menos a ojos del clan—. En situaciones normales todo el clan te hubiese apoyado incuestionablemente pero con tus antecedentes es bastante complicado que se haga algo, incluso hasta el día de la fecha siguen debatiendo si ofrecerte ayuda incondicional o no, ¿entiendes?
Convengamos que la palabra con mayor peso para el mastodonte Sakamoto era justamente la de su familia, y considerando la confianza ciega que tiene en el clan era muy difícil que le convencieran de algo que contradijera a alguno de los suyos.