19/10/2017, 06:02
Pero el destino todavía le tenía preparada una última sorpresa. Un último giro en el guion. La vuelta de tuerca definitiva. Primero, sintió la caída irrefrenable, de suerte que apoyó las manos en el último momento para no darse con la cara de bruces contra el suelo. Luego, un ligero golpe en la nuca, acompañado de una sensación de lo más... placentera. Justo en la parte alta de su espalda.
«¡La madre que me…!»
Trató de darse la vuelta con ella encima, de modo que al menos la encarase para poder decirle a la cara un par de cosas que alguien tenía que haberle dicho hacía mucho tiempo.
Primero empezaría con ese ego desmedido, que la envolvía como un aura más allá de los límites de su cuerpo, y que parecía afectar a todo aquel que se acercase, fuese para bien o para mal.
El olor dulzón de sus cabellos inundó su olfato…
Después, pasaría a esa forma de tratar a los demás, como si no fuesen más que simples sirvientes que su único objetivo y deseo fuese de servirla.
Sintió el pecho de ella aplastándose contra sus pectorales…
Para rematar, le diría que, ya que ahora necesitaba tanto la ayuda de los demás, mejor haría en empezar a arrimar el hombre un poquito también si no quería verse sola en unos años.
Sus ojos verdes apenas estaban a medio palmo de los suyos. Su nariz rozaba contra la suya. Sus labios… Oh, sus labios. Estaban tan cerca… Incluso sentía el cálido aliento que emanaban. El Uchiha se preguntó desde cuando era tan rematadamente guapa. Siempre la había considerado como tal, pero una cosa era tenerla a tres metros gritándote mierda como acostumbraban a hacer y otra muy distinta tenerla pegada, en silencio…
—Noemi, ¿crees en el destino? —preguntó, en apenas un murmullo. Ni siquiera estaba pensando en lo que decía—. Creo que nos intenta decir algo.
Aquellos dos se habían dicho y hecho de todo. Se habían gritado, chillado, insultado. Se habían tirado piedras. Se habían echado mierda encima, casi literalmente. Sus guerras, con breves momentos de tregua, siempre desembocaban en otras más largas y duras.
Quizá era el momento de probar un camino alternativo.
«¡A la mierda!»
No se lo pensó, porque de haberlo hecho, se hubiese pasado media tarde enumerando los peligros e inconvenientes de aquello, empezando por Hideo, pasando por Koko, y terminando en la propia Noemi. Así que, simplemente…
… la besó.
«¡La madre que me…!»
Trató de darse la vuelta con ella encima, de modo que al menos la encarase para poder decirle a la cara un par de cosas que alguien tenía que haberle dicho hacía mucho tiempo.
Primero empezaría con ese ego desmedido, que la envolvía como un aura más allá de los límites de su cuerpo, y que parecía afectar a todo aquel que se acercase, fuese para bien o para mal.
El olor dulzón de sus cabellos inundó su olfato…
Después, pasaría a esa forma de tratar a los demás, como si no fuesen más que simples sirvientes que su único objetivo y deseo fuese de servirla.
Sintió el pecho de ella aplastándose contra sus pectorales…
Para rematar, le diría que, ya que ahora necesitaba tanto la ayuda de los demás, mejor haría en empezar a arrimar el hombre un poquito también si no quería verse sola en unos años.
Sus ojos verdes apenas estaban a medio palmo de los suyos. Su nariz rozaba contra la suya. Sus labios… Oh, sus labios. Estaban tan cerca… Incluso sentía el cálido aliento que emanaban. El Uchiha se preguntó desde cuando era tan rematadamente guapa. Siempre la había considerado como tal, pero una cosa era tenerla a tres metros gritándote mierda como acostumbraban a hacer y otra muy distinta tenerla pegada, en silencio…
—Noemi, ¿crees en el destino? —preguntó, en apenas un murmullo. Ni siquiera estaba pensando en lo que decía—. Creo que nos intenta decir algo.
Aquellos dos se habían dicho y hecho de todo. Se habían gritado, chillado, insultado. Se habían tirado piedras. Se habían echado mierda encima, casi literalmente. Sus guerras, con breves momentos de tregua, siempre desembocaban en otras más largas y duras.
Quizá era el momento de probar un camino alternativo.
«¡A la mierda!»
No se lo pensó, porque de haberlo hecho, se hubiese pasado media tarde enumerando los peligros e inconvenientes de aquello, empezando por Hideo, pasando por Koko, y terminando en la propia Noemi. Así que, simplemente…
… la besó.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado