20/10/2017, 07:25
(Última modificación: 20/10/2017, 07:38 por Uchiha Datsue.)
La pausa apenas fue un pequeño alto al fuego, como cuando el capitán pide a su escuadrón que detengan el ataque para simplemente comprobar si los enemigos han sobrevivido al cúmulo de explosiones. Una tregua superflua, como todas las que se hacían en papel mojado. Un claro en la tempestad, breve y fugaz, que se veía roto por el primer trueno. Ahí empezaba la verdadera tormenta.
Datsue no encontraba sitio que le dejase satisfecho. O eso, al menos, pensaría alguien que le estuviese observando en aquel momento. La silla. La encimera. La pared. El propio suelo… El Uchiha se movía, arrastrando a Noemi consigo, como un león enjaulado de un sitio a otro, sin permanecer en ninguno de ellos por mucho tiempo.
Llegó un punto en el que su fuerza de voluntad dijo basta. Llegó un momento en el que, por mucho autocontrol que hubiese demostrado hasta entonces, simplemente se quería dejar llevar, como cuando el sueño es tan fuerte que eres hasta incapaz de permanecer con los ojos abiertos.
Entonces…
—El baño… Tengo que ir.
«¿Qué?» ¿¡Tenía que ser justo en aquel preciso momento!?
—Yo… No puedo… No puedo… —Apoyó una mano contra la pared, mientras sentía que las rodillas le temblaban. La otra todavía sujetaba a Noemi, manteniéndola en el aire contra él. Se le escapaban las fuerzas…—. Oh… ¡Oh…!
Los músculos le ardían. Se tensaban. Tanto que se rompió. Estalló. Sus gemidos entrecortados dieron paso entonces a un murmullo apenas audible, mientras su cuerpo descendía lentamente junto con el de Noemi, hasta anclar las rodillas en el suelo, rendido. Respiraba con dificultad, con el corazón palpitándole en el pecho. Tenía el rostro enterrado en el cuello de ella, mientras seguía abrazándola. Había sido…
Había sido...
Había sido como alcanzar el cielo.
Datsue no encontraba sitio que le dejase satisfecho. O eso, al menos, pensaría alguien que le estuviese observando en aquel momento. La silla. La encimera. La pared. El propio suelo… El Uchiha se movía, arrastrando a Noemi consigo, como un león enjaulado de un sitio a otro, sin permanecer en ninguno de ellos por mucho tiempo.
Llegó un punto en el que su fuerza de voluntad dijo basta. Llegó un momento en el que, por mucho autocontrol que hubiese demostrado hasta entonces, simplemente se quería dejar llevar, como cuando el sueño es tan fuerte que eres hasta incapaz de permanecer con los ojos abiertos.
Entonces…
—El baño… Tengo que ir.
«¿Qué?» ¿¡Tenía que ser justo en aquel preciso momento!?
—Yo… No puedo… No puedo… —Apoyó una mano contra la pared, mientras sentía que las rodillas le temblaban. La otra todavía sujetaba a Noemi, manteniéndola en el aire contra él. Se le escapaban las fuerzas…—. Oh… ¡Oh…!
Los músculos le ardían. Se tensaban. Tanto que se rompió. Estalló. Sus gemidos entrecortados dieron paso entonces a un murmullo apenas audible, mientras su cuerpo descendía lentamente junto con el de Noemi, hasta anclar las rodillas en el suelo, rendido. Respiraba con dificultad, con el corazón palpitándole en el pecho. Tenía el rostro enterrado en el cuello de ella, mientras seguía abrazándola. Había sido…
Había sido...
Había sido como alcanzar el cielo.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado