20/10/2017, 16:20
Akame se relajó un momento cuando la chuunin le aseguró que sólo querían agradecerle por haber acabado con Zoku. Sin embargo, pronto se recordó a sí mismo que ya le habían engañado suficientes veces para toda una vida. Alerta y sin fiarse ni por asomo de aquella mujer, el Uchiha la siguió por los pasillos de la maltrecha mansión.
«Aquí se ha librado toda una batalla campal...» Y no era para menos. Paredes destrozadas, marcas de incendios y demás salpicaban el paisaje. «Menos mal que Koko-chan no vive aquí, por todos los dioses», suspiró con alivio Akame.
Al pasar junto a unos guardias de semblante serio Akame notó cómo se le tensaban todos los músculos del cuerpo. «¿Y si todo esto es una trampa? ¿Qué garantías tengo de que esta mujer sea quien dice ser? Maldición...»
Sea como fuere, no tenía mucho margen de maniobra.
«Aquí se ha librado toda una batalla campal...» Y no era para menos. Paredes destrozadas, marcas de incendios y demás salpicaban el paisaje. «Menos mal que Koko-chan no vive aquí, por todos los dioses», suspiró con alivio Akame.
Al pasar junto a unos guardias de semblante serio Akame notó cómo se le tensaban todos los músculos del cuerpo. «¿Y si todo esto es una trampa? ¿Qué garantías tengo de que esta mujer sea quien dice ser? Maldición...»
Sea como fuere, no tenía mucho margen de maniobra.