20/10/2017, 20:01
Akame caminaba tan absorto en sus propios pensamientos —nada amables consigo mismo— que la pregunta de aquella chuunin le cogió desprevenido. «¿Y qué demonios espera que diga?», se cuestionó el chico. Como solía hacer cuando no tenía una respuesta clara, cerró la boca y siguió adelante.
Al poco dos caras conocidas se cruzaron en su camino, y Akame no tardó en reconocerlas.
—Noemi-san, Maki-san —saludó, escueto, con una pronunciada reverencia.
En aquel momento tenía cosas mucho más acuciantes en las que pensar; por ejemplo, en si Koko estaría a salvo. «¿Y si han descubierto donde vive y han ido a por ella? Esta mansión es una maldita fortaleza, pero allí en el apartamento de Koko-chan... Mierda, tengo que librarme de esta gente cuanto antes. ¡Debo ir a comprobar que está bien!»
Pese a todo el muchacho debía aparentar normalidad, de modo que cuando Noemi le preguntó por el motivo de su visita, tuvo que soltarle la excusa que había estado madurando durante el camino. Como siempre decía su Hermano Datsue, las mejores mentiras debían llevar algo de verdad.
—Volvía a casa después de la ceremonia de toma de poder de Sarutobi-sama y pensé en pasar por aquí... Para comprobar que todos estuvieran bien. Ha sido una noche difícil... —agregó—. Por cierto, Noemi-san, eh... ¿Koko-san no estará por aquí?
Al poco dos caras conocidas se cruzaron en su camino, y Akame no tardó en reconocerlas.
—Noemi-san, Maki-san —saludó, escueto, con una pronunciada reverencia.
En aquel momento tenía cosas mucho más acuciantes en las que pensar; por ejemplo, en si Koko estaría a salvo. «¿Y si han descubierto donde vive y han ido a por ella? Esta mansión es una maldita fortaleza, pero allí en el apartamento de Koko-chan... Mierda, tengo que librarme de esta gente cuanto antes. ¡Debo ir a comprobar que está bien!»
Pese a todo el muchacho debía aparentar normalidad, de modo que cuando Noemi le preguntó por el motivo de su visita, tuvo que soltarle la excusa que había estado madurando durante el camino. Como siempre decía su Hermano Datsue, las mejores mentiras debían llevar algo de verdad.
—Volvía a casa después de la ceremonia de toma de poder de Sarutobi-sama y pensé en pasar por aquí... Para comprobar que todos estuvieran bien. Ha sido una noche difícil... —agregó—. Por cierto, Noemi-san, eh... ¿Koko-san no estará por aquí?