21/10/2017, 07:18
Las últimas cuatro horas habían sido simplemente agotadoras, al nivel que Noemi no pudo mantenerse despierta por más tiempo y terminó recostada sobre el pecho de aquel que la había acompañado durante todo ese tiempo. Uchiha Datsue.
Curioso que aquel encuentro tuviese tantas similitudes, pero con algunas ligeras diferencias que probablemente hacían de este encuentro algo bueno y que no llevaría a malas interpretaciones de ningún tipo.
Por su parte, ella había quedado más que satisfecha con todo lo que hicieron, a pesar de que algunas cosas probablemente serían desaprobadas por su familia, pero no tenían por qué enterarse de nada de aquello, ni siquiera Koko, quien seguía durmiendo en el departamento de junto.
Lamentablemente, algo ocurrió, una fuerte sacudida la hizo literalmente caerse de cabeza al piso. El shinobi se había levantado de golpe, ignorando que la rubia había estado plácidamente recostada sobre él y por ello terminó cayendo de la cama.
No podía quedarse callada, así estuviese desnuda y hayan intimado hace relativamente poco, algo así tenía que tener consecuencias y por ello, sumamente enfadada se sentó en el piso —ignorando que estaba en absoluta evidencia— más que lista para echarle una buena bronca al contrario.
—¿¡Qué mierda te p…!? —Antes de terminar la frase la exkunoichi pudo ver la expresión de terror en el shinobi, cosa que la dejó perpleja.
Guardó silencio por un momento. Noemi no se veía enojada ya, pero si preocupada.
Con bastante esfuerzo se las arregló para subirse una vez más a la cama y estrechar entre sus brazos al Uchiha, obligándole a aplastar el rostro entre sus generosos senos.
No iba a decirle nada, no sabía lo que ocurrió y lo único que podía deducir era que se trataba de una pesadilla, pero en ocasiones así en las que uno no sabe lo que decir, es mejor callar.
Curioso que aquel encuentro tuviese tantas similitudes, pero con algunas ligeras diferencias que probablemente hacían de este encuentro algo bueno y que no llevaría a malas interpretaciones de ningún tipo.
Por su parte, ella había quedado más que satisfecha con todo lo que hicieron, a pesar de que algunas cosas probablemente serían desaprobadas por su familia, pero no tenían por qué enterarse de nada de aquello, ni siquiera Koko, quien seguía durmiendo en el departamento de junto.
Lamentablemente, algo ocurrió, una fuerte sacudida la hizo literalmente caerse de cabeza al piso. El shinobi se había levantado de golpe, ignorando que la rubia había estado plácidamente recostada sobre él y por ello terminó cayendo de la cama.
No podía quedarse callada, así estuviese desnuda y hayan intimado hace relativamente poco, algo así tenía que tener consecuencias y por ello, sumamente enfadada se sentó en el piso —ignorando que estaba en absoluta evidencia— más que lista para echarle una buena bronca al contrario.
—¿¡Qué mierda te p…!? —Antes de terminar la frase la exkunoichi pudo ver la expresión de terror en el shinobi, cosa que la dejó perpleja.
Guardó silencio por un momento. Noemi no se veía enojada ya, pero si preocupada.
Con bastante esfuerzo se las arregló para subirse una vez más a la cama y estrechar entre sus brazos al Uchiha, obligándole a aplastar el rostro entre sus generosos senos.
No iba a decirle nada, no sabía lo que ocurrió y lo único que podía deducir era que se trataba de una pesadilla, pero en ocasiones así en las que uno no sabe lo que decir, es mejor callar.