22/10/2017, 21:26
—Así que es habitual —dedujo rápidamente la rubia, permitiendo al contrario separarse ligeramente, pues la idea no era matarle por asfixia ni similares.
Pronto Datsue pareció mucho mejor, como si hubiese tenido un despertar común y corriente, cosa que aliviaba en parte a la exkunoichi pero todavía estaba el hecho de que parecía ser que el chico llevaba su tiempo ya incapaz de dormir y no podía culparle.
De cualquier manera, el Uchiha intentaba aparentar que todo estaba bien y la broma que soltó le sacó una pícara sonrisa a la rubia, quien arqueó ligeramente la espalda por las cosquillas que le provocó el roce de la mano del contrario con su espalda desnuda.
—¿Sabes? Dicen por ahí que si estás excesivamente cansado puedes dormir sin llegar a soñar nada, como si tu cerebro se apagara —le dijo acercándose más y más hasta plantarle un candente beso en el que parecía dispuesta a devorarle el rostro al shinobi.
Mientras aumentaba la intensidad del beso, la Sakamoto comenzó a girarse obligando al contrario a hacer lo mismo ya que le tenía aún abrazado. De esa manera pudo cambiar posiciones tumbando al Uchiha sobre el colchón y quedando ella sentada sobre él.
—Hasta que uno de los dos no pueda más, ¿vale? —dijo antes de comenzar con aquello.
Pronto Datsue pareció mucho mejor, como si hubiese tenido un despertar común y corriente, cosa que aliviaba en parte a la exkunoichi pero todavía estaba el hecho de que parecía ser que el chico llevaba su tiempo ya incapaz de dormir y no podía culparle.
De cualquier manera, el Uchiha intentaba aparentar que todo estaba bien y la broma que soltó le sacó una pícara sonrisa a la rubia, quien arqueó ligeramente la espalda por las cosquillas que le provocó el roce de la mano del contrario con su espalda desnuda.
—¿Sabes? Dicen por ahí que si estás excesivamente cansado puedes dormir sin llegar a soñar nada, como si tu cerebro se apagara —le dijo acercándose más y más hasta plantarle un candente beso en el que parecía dispuesta a devorarle el rostro al shinobi.
Mientras aumentaba la intensidad del beso, la Sakamoto comenzó a girarse obligando al contrario a hacer lo mismo ya que le tenía aún abrazado. De esa manera pudo cambiar posiciones tumbando al Uchiha sobre el colchón y quedando ella sentada sobre él.
—Hasta que uno de los dos no pueda más, ¿vale? —dijo antes de comenzar con aquello.