23/10/2017, 19:33
El Uchiha quiso contestar, corregir las palabras del anciano; pero sus labios se mantuvieron cerrados. Presentía que si hablaba más de lo que debía, no haría ningún bien. ¿Un Kage por otro? Para él nunca se había tratado de eso, sino de una muchacha rubia y con el rostro surcado de pecas. «Una persona a la que todos estos repudiaron», pensó Akame con amargura. El cincuenta porciento de los motivos que habían hecho que Zoku muriese asesinado en su propia casa eran una chica a la que su propia familia no tenía en consideración.
«Qué ironía...»
Sea como fuere, el anciano se puso por fin de pie y le expresó a Akame nuevamente su gratitud. Él correspondió con una inclinación de cabeza, sintiéndose todavía raro mientras aquella escalofriante risa retumbaba otra vez en sus oídos.
Luego todos se retiraron, menos Noemi y Maki. Una a caballo de la otra, se ofrecieron para acompañarle en la mansión. Akame negó con la cabeza, porque sus pensamientos estaban ahora puestos en su objetivo más acuciante; ver a Koko. De modo que, sin querer sonar descortés ni tampoco descubrir en exceso sus verdaderas intenciones, el Uchiha se limitó a disculparse.
—Gracias, Noemi-san, Maki-san... Pero creo que debo irme —afirmó—. Tengo... Algunos asuntos más que resolver.
Esperaba que fuese suficiente para que las chicas le mostraran la salida y poder ir por fin a casa de Koko. A su actual casa.
«Qué ironía...»
Sea como fuere, el anciano se puso por fin de pie y le expresó a Akame nuevamente su gratitud. Él correspondió con una inclinación de cabeza, sintiéndose todavía raro mientras aquella escalofriante risa retumbaba otra vez en sus oídos.
Luego todos se retiraron, menos Noemi y Maki. Una a caballo de la otra, se ofrecieron para acompañarle en la mansión. Akame negó con la cabeza, porque sus pensamientos estaban ahora puestos en su objetivo más acuciante; ver a Koko. De modo que, sin querer sonar descortés ni tampoco descubrir en exceso sus verdaderas intenciones, el Uchiha se limitó a disculparse.
—Gracias, Noemi-san, Maki-san... Pero creo que debo irme —afirmó—. Tengo... Algunos asuntos más que resolver.
Esperaba que fuese suficiente para que las chicas le mostraran la salida y poder ir por fin a casa de Koko. A su actual casa.