24/10/2017, 21:15
Mientras Koko dejaba salir toda su alegría y emoción, el Uchiha se desplomó, obligándola a ella también a agacharse para seguir con aquella muestra de afecto.
Pero de golpe él volvió a levantarse, también obligándola a ella y le miró algo desconcertada, algo había pasado y no lo entendía. Al menos así lo demostraba con su mirada, con ojos bien abiertos y cejas en alto, mientras esperaba alguna explicación.
En lugar de conseguir lo que buscaba, le susurraron algo que… En cierto punto era algo perturbador, pero para la Kageyama fue como una declaración de amor. Es decir, ¿quién mataría a alguien que podría haber sido un kage por amor? Aquello tenía que ser verdadero y tendría que poner todo de su parte para que la relación perdurase.
Siendo que Akame había decidido susurrar, Koko decidió responderle dándole un beso discreto a los labios. De esta manera debería de entender él y nadie más, pues sus hermanos parecían muy ocupados con el pergamino que había llevado el cocodrilo.
—¿Entramos? —le propuso volviendo a dejar varios besos llenos de ternura por el rostro del chico.
Por otra parte, Hiromasa quien había podido ver toda la escena desde la habitación, intercambió un par de palabras con Hideo y ambos sonrieron ante la pareja antes de cruzar la puerta.
—Nos vemos otro día —dijo el más alto, con el cocodrilo recostado sobre su cabeza.
—Pásenla bien —dijo el segundo.
Y con eso ambos jounin se retirarían de la escena, pues el peligro ya había pasado.
Pero de golpe él volvió a levantarse, también obligándola a ella y le miró algo desconcertada, algo había pasado y no lo entendía. Al menos así lo demostraba con su mirada, con ojos bien abiertos y cejas en alto, mientras esperaba alguna explicación.
En lugar de conseguir lo que buscaba, le susurraron algo que… En cierto punto era algo perturbador, pero para la Kageyama fue como una declaración de amor. Es decir, ¿quién mataría a alguien que podría haber sido un kage por amor? Aquello tenía que ser verdadero y tendría que poner todo de su parte para que la relación perdurase.
Siendo que Akame había decidido susurrar, Koko decidió responderle dándole un beso discreto a los labios. De esta manera debería de entender él y nadie más, pues sus hermanos parecían muy ocupados con el pergamino que había llevado el cocodrilo.
—¿Entramos? —le propuso volviendo a dejar varios besos llenos de ternura por el rostro del chico.
Por otra parte, Hiromasa quien había podido ver toda la escena desde la habitación, intercambió un par de palabras con Hideo y ambos sonrieron ante la pareja antes de cruzar la puerta.
—Nos vemos otro día —dijo el más alto, con el cocodrilo recostado sobre su cabeza.
—Pásenla bien —dijo el segundo.
Y con eso ambos jounin se retirarían de la escena, pues el peligro ya había pasado.