28/10/2017, 01:39
No había pasado demasiado tiempo de que Hideo —el hermano mayor de la pecosa— decidiera meter sus zarpas en algunos problemas que ella y su hermana tenían con cierto individuo. Ese alguien con quien había estado viajando hasta Yamiria.
Seguramente ese Sakamoto estaría más que satisfecho con lo que había logrado teóricamente, pues tanto Koko como Noemi ahora podían hablar normalmente con Uchiha Datsue sin necesidad de recurrir a la violencia, ya sea verbal o física. Especialmente si hablamos de la de ojos verdes, ella se las había arreglado para profundizar muchísimo más de lo esperado su relación con el chico…
Pero la Kageyama no se encontraba con él por la relación de Noemi ni por los motivos que ella pudiera tener, ella había accedido a viajar con él para conseguir algo que le interesaba hacía mucho ya, conseguirse un segundo ninjato. Dicho sea de paso, podría conseguirle aquellas drogas que el Uchiha le había pedido días atrás.
—Genial —respondió vagamente la pecosa, ataviada de una gruesa capa verde que la protegía del frío viento.
Para esta ocasión llevaba el conjunto de siempre pero con un pantalón y playera para asegurarse que todo su cuerpo estaría cubierto y refugiado del frío.
—Luego vamos a dar una vuelta por la clínica —le dijo mientras seguía el paso del contrario.
No necesitaba decirle los motivos de aquella indicación, seguramente él podría sacar sus propias deducciones y tal vez llegaría a la respuesta correcta.
Seguramente ese Sakamoto estaría más que satisfecho con lo que había logrado teóricamente, pues tanto Koko como Noemi ahora podían hablar normalmente con Uchiha Datsue sin necesidad de recurrir a la violencia, ya sea verbal o física. Especialmente si hablamos de la de ojos verdes, ella se las había arreglado para profundizar muchísimo más de lo esperado su relación con el chico…
Pero la Kageyama no se encontraba con él por la relación de Noemi ni por los motivos que ella pudiera tener, ella había accedido a viajar con él para conseguir algo que le interesaba hacía mucho ya, conseguirse un segundo ninjato. Dicho sea de paso, podría conseguirle aquellas drogas que el Uchiha le había pedido días atrás.
—Genial —respondió vagamente la pecosa, ataviada de una gruesa capa verde que la protegía del frío viento.
Para esta ocasión llevaba el conjunto de siempre pero con un pantalón y playera para asegurarse que todo su cuerpo estaría cubierto y refugiado del frío.
—Luego vamos a dar una vuelta por la clínica —le dijo mientras seguía el paso del contrario.
No necesitaba decirle los motivos de aquella indicación, seguramente él podría sacar sus propias deducciones y tal vez llegaría a la respuesta correcta.