30/10/2017, 22:08
Al fin se comenzaba a sincerar, había dejado de adornar las cosas con moños y cosas bonitas para decir lo que realmente pensaba que pudiera llegar a ocurrir si algo salía mal.
Ante aquello, la pecosa suspiró pesadamente.
Se estaban arriesgando de una manera terrible, solo por la ínfima esperanza de poder devolverle a Noemi aquellas dos extremidades que hacía tiempo habían dado por perdidas.
—Sí, no tiene que enterarse de nada —afirmó, acercándose nuevamente hacia la puerta—. Será una misión de rango C, ¿verdad? Nada más —preguntó solo para estarse completamente segura.
No le agradaba la idea de que la metiesen en algo mucho más peligroso que seguramente acabaría con su vida.
Ante aquello, la pecosa suspiró pesadamente.
Se estaban arriesgando de una manera terrible, solo por la ínfima esperanza de poder devolverle a Noemi aquellas dos extremidades que hacía tiempo habían dado por perdidas.
—Sí, no tiene que enterarse de nada —afirmó, acercándose nuevamente hacia la puerta—. Será una misión de rango C, ¿verdad? Nada más —preguntó solo para estarse completamente segura.
No le agradaba la idea de que la metiesen en algo mucho más peligroso que seguramente acabaría con su vida.