30/10/2017, 23:38
(Última modificación: 30/10/2017, 23:39 por Uchiha Datsue.)
—Por el amor, de esa mujer…
—Ni más ni menos —respondió Datsue a Koko.
—Somos dos hombres, con un mismo, destinooo…
—Ni más ni menos que una C.
—Y aunque me digas, que ella es para ti.
Datsue alzó una ceja y desvió la mirada hacia Okane. ¿Estaba… cantando?
—Y aunque seas mi amigo, lucharé.
No se lo podía creer...
—¡Por el amor, de esa mujeeeeeer!
¡Vaya si estaba cantando! ¡Y a viva voz, el muy cabrón! La musiquilla de fondo seguía oyéndose a través de sus cascos, y parecía que se había emocionado con la canción que estaba sonando. Vaya que si se había emocionado. «Joder, Okane, no conocía yo esta faceta tuya. Como lo mío con la música tenga éxito te invito a hacer unos dúos»
Se llevó un dedo a los labios, indicando a Koko que no dijese nada, y se escabulló por la puerta sin decir ni pío. No había nada más cruel que interrumpir a un hombre en plena exaltación musical. O bueno, si había una. Una en concreto. De esa Ayame entendía muy bien… «Lo que me recuerda… ¡Aún no me he vengado!»
Tenía que empezar a pensar sobre su pequeña vendetta o no la haría nunca. Pero ahora tenía cosas más importantes en la cabeza, como por ejemplo…
—¿Vamos a esa clínica, pues? —preguntó, una vez fuera, mientras se arrebujaba en la túnica para protegerse del gélido viento.
—Ni más ni menos —respondió Datsue a Koko.
—Somos dos hombres, con un mismo, destinooo…
—Ni más ni menos que una C.
—Y aunque me digas, que ella es para ti.
Datsue alzó una ceja y desvió la mirada hacia Okane. ¿Estaba… cantando?
—Y aunque seas mi amigo, lucharé.
No se lo podía creer...
—¡Por el amor, de esa mujeeeeeer!
¡Vaya si estaba cantando! ¡Y a viva voz, el muy cabrón! La musiquilla de fondo seguía oyéndose a través de sus cascos, y parecía que se había emocionado con la canción que estaba sonando. Vaya que si se había emocionado. «Joder, Okane, no conocía yo esta faceta tuya. Como lo mío con la música tenga éxito te invito a hacer unos dúos»
Se llevó un dedo a los labios, indicando a Koko que no dijese nada, y se escabulló por la puerta sin decir ni pío. No había nada más cruel que interrumpir a un hombre en plena exaltación musical. O bueno, si había una. Una en concreto. De esa Ayame entendía muy bien… «Lo que me recuerda… ¡Aún no me he vengado!»
Tenía que empezar a pensar sobre su pequeña vendetta o no la haría nunca. Pero ahora tenía cosas más importantes en la cabeza, como por ejemplo…
—¿Vamos a esa clínica, pues? —preguntó, una vez fuera, mientras se arrebujaba en la túnica para protegerse del gélido viento.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado