31/10/2017, 01:43
Mientras la kunoichi guiaba el camino, el Uchiha se armó de valor para soltar un par de preguntas que obviamente no podría formular directamente a la chica con la que se había encamado días atrás. De lo contrario probablemente toda relación posible con ella se esfumaría tan rápido como todo surgió y… No querían eso, ¿verdad?
De cualquier manera, Koko suspiró pesadamente al escuchar aquello, lo de las prótesis.
—¿Recuerdas que ella era considerada físicamente perfecta por muchos? ¿O que su ego la hacía creer que lo era? —comenzó a hablar sin parar la marcha—. Una prótesis de esas en una pierna significaría tener una pierna completamente rígida y sin rodilla, una puta molestia si vamos al caso —continuó mientras a la distancia se comenzaba a apreciar el edificio al que se dirigían—. No es que no se haya pensado, pero a la larga se convierte todo en una molestia, entonces es mejor que esté así como está y que alguna criada la acompañe a todas partes. Como ya no soy una Sakamoto es Maki quien se encarga de eso, y… La verdad es que no es nada feo servirle, a pesar de su orgullo y de ciertas actitudes, es muy atenta con aquellos que la cuidan, al menos conmigo lo era mientras le servía.
Y eso no significa que a la pecosa le guste ser pisoteada, por el contrario, lo odia con todo su ser, pero Noemi jamás la hizo sentir así, por el contrario, la ayudó infinidad de veces a soportar todo lo que podía llegar a pasar dentro de la residencia, especialmente por parte de un par de individuos en específico.
—Venga, que ya llegamos —le apremió.
Literalmente, estaban a unos metros de distancia de la puerta principal.
De cualquier manera, Koko suspiró pesadamente al escuchar aquello, lo de las prótesis.
—¿Recuerdas que ella era considerada físicamente perfecta por muchos? ¿O que su ego la hacía creer que lo era? —comenzó a hablar sin parar la marcha—. Una prótesis de esas en una pierna significaría tener una pierna completamente rígida y sin rodilla, una puta molestia si vamos al caso —continuó mientras a la distancia se comenzaba a apreciar el edificio al que se dirigían—. No es que no se haya pensado, pero a la larga se convierte todo en una molestia, entonces es mejor que esté así como está y que alguna criada la acompañe a todas partes. Como ya no soy una Sakamoto es Maki quien se encarga de eso, y… La verdad es que no es nada feo servirle, a pesar de su orgullo y de ciertas actitudes, es muy atenta con aquellos que la cuidan, al menos conmigo lo era mientras le servía.
Y eso no significa que a la pecosa le guste ser pisoteada, por el contrario, lo odia con todo su ser, pero Noemi jamás la hizo sentir así, por el contrario, la ayudó infinidad de veces a soportar todo lo que podía llegar a pasar dentro de la residencia, especialmente por parte de un par de individuos en específico.
—Venga, que ya llegamos —le apremió.
Literalmente, estaban a unos metros de distancia de la puerta principal.