31/10/2017, 03:45
Pero Koko nada respondió a su comentario sobre que había sido una criada, cosa que tan solo consiguió dejarle más intrigado. ¿Insistiría sobre el tema? Quizá más tarde. O quizá, simplemente, preguntase a Noemi. Con ella estaba logrando entenderse mucho mejor últimamente…
Al fin, llegaron a la clínica. Para su desgracia, sin embargo, algo había ido mal. A Datsue no le sorprendió. Estaba acostumbrado a que las cosas, por muy sencillas que fuesen, se torciesen en algún punto. En aquella ocasión, el doctor no se había presentado a la clínica por un robo. Ya era mala suerte.
No obstante, Koko parecía conocer la residencia de éste, pues aun sin preguntar por su dirección, ésta la condujo hacia él. Porque le estaba conduciendo hasta el doctor, ¿no? «Ah, lo sé, lo sé. Te arde la lengua y te mueres por preguntar. Pero no esta vez, lengua maldita. No esta vez. Los motivos de que Koko sepa hasta la residencia del doctor son de ella y solamente de ella. Mantente… quieta… por esta vez»
A Datsue le estaba costando tanto mantener su lengua bajo candado que optó por sacar otro tema de conversación que le mantuviese distraído.
—Por cierto, en unos días pienso hacer una fiesta en mi casa. En honor a Inuzuka Nabi, un compañero de clase mío que volvió hace unas semanas tras haber estado fuera meses. El día de la luz, concretamente. Te lo digo por si hacemos mucho ruido, que probablemente sea el caso. —Probablemente no, lo más seguro, conociendo como conocía a los invitados—. Quizá me pase a pedirte prestado algún producto de limpieza, que tengo la casa hecha un desastre —dijo, como quien no quería la cosa—. Y si me puedes pasar alguna receta… Van a venir como ocho o diez personas mínimo. Y me comprometí a preparar la cena. Maldito el día en que se me ocurrió hacer tal barbaridad, con lo mal que se me da cocinar… —¿Se estaba pasando con las indirectas? Probablemente, pero mejor pasarse un poco de frenada que quedarse corto.
Al fin, llegaron a la clínica. Para su desgracia, sin embargo, algo había ido mal. A Datsue no le sorprendió. Estaba acostumbrado a que las cosas, por muy sencillas que fuesen, se torciesen en algún punto. En aquella ocasión, el doctor no se había presentado a la clínica por un robo. Ya era mala suerte.
No obstante, Koko parecía conocer la residencia de éste, pues aun sin preguntar por su dirección, ésta la condujo hacia él. Porque le estaba conduciendo hasta el doctor, ¿no? «Ah, lo sé, lo sé. Te arde la lengua y te mueres por preguntar. Pero no esta vez, lengua maldita. No esta vez. Los motivos de que Koko sepa hasta la residencia del doctor son de ella y solamente de ella. Mantente… quieta… por esta vez»
A Datsue le estaba costando tanto mantener su lengua bajo candado que optó por sacar otro tema de conversación que le mantuviese distraído.
—Por cierto, en unos días pienso hacer una fiesta en mi casa. En honor a Inuzuka Nabi, un compañero de clase mío que volvió hace unas semanas tras haber estado fuera meses. El día de la luz, concretamente. Te lo digo por si hacemos mucho ruido, que probablemente sea el caso. —Probablemente no, lo más seguro, conociendo como conocía a los invitados—. Quizá me pase a pedirte prestado algún producto de limpieza, que tengo la casa hecha un desastre —dijo, como quien no quería la cosa—. Y si me puedes pasar alguna receta… Van a venir como ocho o diez personas mínimo. Y me comprometí a preparar la cena. Maldito el día en que se me ocurrió hacer tal barbaridad, con lo mal que se me da cocinar… —¿Se estaba pasando con las indirectas? Probablemente, pero mejor pasarse un poco de frenada que quedarse corto.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado