2/11/2017, 20:19
Algo le golpeó la nalga con la fuerza suficiente para que la carne se sacudiese un poco para luego volver a acomodarse. Era curioso, porque lo único capaz de hacer semejante cosa sería Akame, con la mano bien abierta, pero hasta hace un momento atrás parecía una especie de zombi.
Aquello hizo que la rubia se voltease tan solo por un segundo y riera.
—Luego de comer —le dijo guiñándole también un ojo.
Luego de aquello, se fue hasta la cocina donde se puso a cocinar.
Desde la habitación probablemente se escucharía el ruido de los diversos artículos de cocina y también, el olor del pollo cuando apenas comenzaba a cocinarse.
Por lo menos, Akame aceptó la orden y no se le vio cerca de la cocina, por lo que la pecosa deducía que estaría tumbado aún en la cama. Desde donde él preguntó algo… Bastante ambiguo, es decir, podía interpretarse de mil maneras distintas y entre ellas de una forma bastante sugerente. Pero la pecosa prefirió tomarlo con seriedad, suponiendo que se refería a lo que él y Datsue habían hecho.
—No puedo opinar desde una postura neutral —confesó mientras cortaba algunas verduras—. Si no lo hubiesen hecho probablemente yo no estaría aquí, probablemente en el sentido de que me hubiesen matado.
Aquella era la cruda verdad, al menos desde el punto de vista de la Kageyama que de milagro seguía respirando, es decir, si Hiromasa y Hideo no hubiesen llegado a tiempo los seguidores de Zoku la hubiesen matado.
—Así que desde mi punto de vista hiciste bien —en ello aprovechó para hacer una pequeña pausa y asomarse por la puerta, mirando con una sonrisa juguetona al Uchiha—. ¿A quién nalguearías si no?
Aquello hizo que la rubia se voltease tan solo por un segundo y riera.
—Luego de comer —le dijo guiñándole también un ojo.
Luego de aquello, se fue hasta la cocina donde se puso a cocinar.
Desde la habitación probablemente se escucharía el ruido de los diversos artículos de cocina y también, el olor del pollo cuando apenas comenzaba a cocinarse.
Por lo menos, Akame aceptó la orden y no se le vio cerca de la cocina, por lo que la pecosa deducía que estaría tumbado aún en la cama. Desde donde él preguntó algo… Bastante ambiguo, es decir, podía interpretarse de mil maneras distintas y entre ellas de una forma bastante sugerente. Pero la pecosa prefirió tomarlo con seriedad, suponiendo que se refería a lo que él y Datsue habían hecho.
—No puedo opinar desde una postura neutral —confesó mientras cortaba algunas verduras—. Si no lo hubiesen hecho probablemente yo no estaría aquí, probablemente en el sentido de que me hubiesen matado.
Aquella era la cruda verdad, al menos desde el punto de vista de la Kageyama que de milagro seguía respirando, es decir, si Hiromasa y Hideo no hubiesen llegado a tiempo los seguidores de Zoku la hubiesen matado.
—Así que desde mi punto de vista hiciste bien —en ello aprovechó para hacer una pequeña pausa y asomarse por la puerta, mirando con una sonrisa juguetona al Uchiha—. ¿A quién nalguearías si no?