2/11/2017, 22:11
Akame suspiró. Tampoco es que hubiera esperado que la kunoichi tuviera la respuesta a aquella interrogante —dudaba que existiese una sola persona que pudiera contestar con certeza—, pero las palabras de Koko no hacían sino constatar su incertidumbre. Rápidamente volvió a sumirse en sus pensamientos, y cuanto más oscuros se tornaban, más necesidad sentía de compartirlos.
—Pero... ¿Y si todo esto no ha servido para nada? ¿Y si alguien intenta matar a Sarutobi Hanabi, y empieza otra disputa?
Nada más hablar se dio cuenta de lo infantiles que sonaban sus palabras. ¿Qué sentido tenía plantearse algo así? En la vida —sobretodo cuando se era ninja— había que tomar decisiones. «Daruu-kun, qué razón tenías...»
El Uchiha notó un mordisco en su oreja, pero lejos de excitarse, le molestó ligeramente. «¿Por qué diablos...?» Lo achacó al cansancio y no le dio más importancia. Sin embargo, sí que se volteó para quedar frente a Koko. A pesar de la cercanía y de la postura —que normalmente precedía a la tormenta—, Akame estaba pensando en cosas totalmente diferentes.
—Hicimos lo que hicimos, pero... —calló, tratando de dar forma a sus pensamientos—. Yo... Sólo quería salvarte... Sólo... Que dejase de morir gente. Yo...
»No me siento un héroe —confesó, clavando sus ojos negros en los de ella—. ¿Tú crees que soy un héroe?
—Pero... ¿Y si todo esto no ha servido para nada? ¿Y si alguien intenta matar a Sarutobi Hanabi, y empieza otra disputa?
Nada más hablar se dio cuenta de lo infantiles que sonaban sus palabras. ¿Qué sentido tenía plantearse algo así? En la vida —sobretodo cuando se era ninja— había que tomar decisiones. «Daruu-kun, qué razón tenías...»
El Uchiha notó un mordisco en su oreja, pero lejos de excitarse, le molestó ligeramente. «¿Por qué diablos...?» Lo achacó al cansancio y no le dio más importancia. Sin embargo, sí que se volteó para quedar frente a Koko. A pesar de la cercanía y de la postura —que normalmente precedía a la tormenta—, Akame estaba pensando en cosas totalmente diferentes.
—Hicimos lo que hicimos, pero... —calló, tratando de dar forma a sus pensamientos—. Yo... Sólo quería salvarte... Sólo... Que dejase de morir gente. Yo...
»No me siento un héroe —confesó, clavando sus ojos negros en los de ella—. ¿Tú crees que soy un héroe?