3/11/2017, 19:32
—Sí, escondiditas como tu novia o la pecosa esa, mientras que yo estaba fuera completando una de las cuatro misiones de rango A que figuran en mi expediente —dijo con aires de grandeza, para desviar la vista a Datsue por tan solo un instante—. Completadas todas con éxito.
—No sé si no te lo enseñaron en la Academia o es que ese día justo faltaste a clase, pero la A sigue estando por debajo de la S —le devolvió, sacando la lengua y haciendo una pedorreta, en gesto de burla. No sabía cómo lo hacían, pero los Sakamotos siempre lograban sacar lo peor de él.
Pero tratar de convencerla era misión imposible. Lo sabía incluso antes de que Koko se lo dijese. Después de todo, se trataba de una Sakamoto. Así que cuando la kunoichi pasó a su lado, Datsue le dio una pequeña palmada en el hombro, como cuando un camarada se despide de otro.
—Adiós pues, super genin —se despidió, sarcástico, mientras veía como Koko iba a su encuentro, pidiéndole que parase un poco y que la dejase estar, pues tratar de convencerla era inútil. El Uchiha se aseguró que Katsumi estaba lo suficientemente lejos como para que no le oyese y respondió:—. Por favor, Koko-chan, no soy tan ingenuo. He tratado con dos Sakamotos ya —le recordó, esbozando una media sonrisa—. Si todavía pensase que se os puede convencer de algo no sería un tipo demasiado optimista, sino un loco. —Aquella regla no parecía aplicarse a los varones de aquella familia. Pero en cuanto a las mujeres… todas eran más tozudas que una mula.
»Pero sí, no es mal plan. De hecho, lo pensé yo también. Fíjate —añadió, mientras se llevaba una mano al antebrazo. De pronto, se dibujó con líneas negras una brújula en la manga de su túnica blanca, justo en el antebrazo. Y la aguja apuntaba a… Katsumi, pues el Uchiha había aprovechado aquella palmada en el hombro para ponerle un sello de rastreo—. ¿Ves la aguja? Apuntará siempre hacia tu hermana. No importa qué tan lejos se vaya. Así que no hay que preocuparse ni por perderla de vista.
—No sé si no te lo enseñaron en la Academia o es que ese día justo faltaste a clase, pero la A sigue estando por debajo de la S —le devolvió, sacando la lengua y haciendo una pedorreta, en gesto de burla. No sabía cómo lo hacían, pero los Sakamotos siempre lograban sacar lo peor de él.
Pero tratar de convencerla era misión imposible. Lo sabía incluso antes de que Koko se lo dijese. Después de todo, se trataba de una Sakamoto. Así que cuando la kunoichi pasó a su lado, Datsue le dio una pequeña palmada en el hombro, como cuando un camarada se despide de otro.
—Adiós pues, super genin —se despidió, sarcástico, mientras veía como Koko iba a su encuentro, pidiéndole que parase un poco y que la dejase estar, pues tratar de convencerla era inútil. El Uchiha se aseguró que Katsumi estaba lo suficientemente lejos como para que no le oyese y respondió:—. Por favor, Koko-chan, no soy tan ingenuo. He tratado con dos Sakamotos ya —le recordó, esbozando una media sonrisa—. Si todavía pensase que se os puede convencer de algo no sería un tipo demasiado optimista, sino un loco. —Aquella regla no parecía aplicarse a los varones de aquella familia. Pero en cuanto a las mujeres… todas eran más tozudas que una mula.
»Pero sí, no es mal plan. De hecho, lo pensé yo también. Fíjate —añadió, mientras se llevaba una mano al antebrazo. De pronto, se dibujó con líneas negras una brújula en la manga de su túnica blanca, justo en el antebrazo. Y la aguja apuntaba a… Katsumi, pues el Uchiha había aprovechado aquella palmada en el hombro para ponerle un sello de rastreo—. ¿Ves la aguja? Apuntará siempre hacia tu hermana. No importa qué tan lejos se vaya. Así que no hay que preocuparse ni por perderla de vista.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado