4/11/2017, 04:23
—A veces me das miedo.
—A veces tú también a mí —respondió, ya que estaban de confesiones. No mentía, la kunoichi realmente era capaz de ponerle nervioso, especialmente cuando ponía esa sonrisita de loca psicópata tan suya… Pero mejor no pasarse de sinceros. La sinceridad, pensaba Datsue, era como el alcohol. Un poquito de vez en cuando sentaba bien, pero demasiada… Datsue había visto demasiadas veces a su padre de resaca como para querer sentirlo en su propio cuerpo.
Su padre… Sacudió la cabeza. No era momento de pensar en él.
—De todas formas, esperemos a que se adelante un poco para que no sospeche que la seguimos, ¿te parece?
—Tú mandas —respondió Datsue, en una leve inclinación de cabeza, como si le estuviese hablando al capitán de su equipo—. Esto es como si fuera una misión, y en una misión es importante que haya un líder. —La democracia pintaba muy bonita en papel, pero a la hora de la verdad no era más que una carga, una losa que entorpecía y retrasaba cualquier acción. Los Kusareños lo habían aprendido bien, para su desgracia, con el Consejo que les había gobernado durante una temporada—. Sé que no me aceptarías como tal —o de aceptar, tal y como la conocía, sería solo hasta cuando le conviniese. Probablemente lo mismo que el Uchiha, pero eso no tenía por qué decirlo—, así que te declaro oficialmente Capitana Temporal del Escuadrón de Superkunoichis de Datsue el Intrépido. —Muchas eran las noches en las que había soñado con aquel escuadrón. Generalmente, era un grupo formado por varias kunoichis y él como comandante… Pero supuso que para empezar no estaba mal. Ya iría mejorando con el tiempo.
—A veces tú también a mí —respondió, ya que estaban de confesiones. No mentía, la kunoichi realmente era capaz de ponerle nervioso, especialmente cuando ponía esa sonrisita de loca psicópata tan suya… Pero mejor no pasarse de sinceros. La sinceridad, pensaba Datsue, era como el alcohol. Un poquito de vez en cuando sentaba bien, pero demasiada… Datsue había visto demasiadas veces a su padre de resaca como para querer sentirlo en su propio cuerpo.
Su padre… Sacudió la cabeza. No era momento de pensar en él.
—De todas formas, esperemos a que se adelante un poco para que no sospeche que la seguimos, ¿te parece?
—Tú mandas —respondió Datsue, en una leve inclinación de cabeza, como si le estuviese hablando al capitán de su equipo—. Esto es como si fuera una misión, y en una misión es importante que haya un líder. —La democracia pintaba muy bonita en papel, pero a la hora de la verdad no era más que una carga, una losa que entorpecía y retrasaba cualquier acción. Los Kusareños lo habían aprendido bien, para su desgracia, con el Consejo que les había gobernado durante una temporada—. Sé que no me aceptarías como tal —o de aceptar, tal y como la conocía, sería solo hasta cuando le conviniese. Probablemente lo mismo que el Uchiha, pero eso no tenía por qué decirlo—, así que te declaro oficialmente Capitana Temporal del Escuadrón de Superkunoichis de Datsue el Intrépido. —Muchas eran las noches en las que había soñado con aquel escuadrón. Generalmente, era un grupo formado por varias kunoichis y él como comandante… Pero supuso que para empezar no estaba mal. Ya iría mejorando con el tiempo.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado