6/11/2017, 17:15
Koko se levantó mientras el Uchiha se revolvía en la cama, buscando sus calzones, y no pasó inadvertido para él que algo en los andares de la Kageyama saltaba a la vista. «¿Hum?» Todavía extasiado, Akame se puso los calzoncillos y sus pantalones, se levantó con el torso al aire en donde se podía ver su tatuaje del loto —ubicado en el pectoral izquierdo—. Koko era la única persona que lo había visto, pues él se cuidaba mucho de mostrarlo. Luego caminó hasta la cocina y se apoyó en la mesa mientras la observaba.
—¿Ocurre algo, Koko-chan? —preguntó al fin, reflexivo—. Tu forma de andar... Parece rara.
—¿Ocurre algo, Koko-chan? —preguntó al fin, reflexivo—. Tu forma de andar... Parece rara.