27/11/2017, 19:59
Estar más cerca de Mogura le permitió captar nuevos detalles sobre su aspecto. El que más le llamó la atención fue la espada que el shinobi extranjero portaba consigo. Kuranosuke todavía era joven pero había tenido un excelente maestro en lo que a acero se refería, hecho que le permitió discernir que el arma de su interlocutor pintaba decente.
Sintió el deseo de conocer la potencia del filo así como la habilidad de quien la empuñaba, pero la posibilidad de causar problemas entre su aldea y Amegakure por un motivo tan trivial le disuadió con presteza.
Manase Mogura, chuunin de Amegakure. Turismo y comercio son mis intenciones.
La ceja derecha de Kuranosuke se alzó un poco, apenas unos milímetros, un cambio que solo un observador con percepción respetable sería capaz de captar. «No sé si este tipo tiene problemas en la cabeza o es muy mal mentiroso...», reflexionó a lo largo de unos pocos instantes.
—No sabía que nuestras vistas y nuestros comerciantes fueran mejores que los del País de la Tormenta —afirmó con neutralidad, ocultando un ligero tinte de sarcasmo—. Tomo nota.
No esperaba encontrarme con un shinobi de Kusagakure en este lugar.
—¿Por qué no? Esto forma parte del territorio de nuestro señor feudal, después de todo.
El comportamiento de Mogura se le iba haciendo más sospechoso...
¿Con quién tengo el placer de hablar?
—Soy Sakamoto Kuranosuke, genin de Kusagakure —guardó silencio durante un momento tan efímero como una brisa pasajera— Dime, ¿no era Manase el apellido de uno de los jōnin que participaron en el intento de captura fallido de los Arrozales del Silencio por parte de Amegakure en el año 209?
Sintió el deseo de conocer la potencia del filo así como la habilidad de quien la empuñaba, pero la posibilidad de causar problemas entre su aldea y Amegakure por un motivo tan trivial le disuadió con presteza.
Manase Mogura, chuunin de Amegakure. Turismo y comercio son mis intenciones.
La ceja derecha de Kuranosuke se alzó un poco, apenas unos milímetros, un cambio que solo un observador con percepción respetable sería capaz de captar. «No sé si este tipo tiene problemas en la cabeza o es muy mal mentiroso...», reflexionó a lo largo de unos pocos instantes.
—No sabía que nuestras vistas y nuestros comerciantes fueran mejores que los del País de la Tormenta —afirmó con neutralidad, ocultando un ligero tinte de sarcasmo—. Tomo nota.
No esperaba encontrarme con un shinobi de Kusagakure en este lugar.
—¿Por qué no? Esto forma parte del territorio de nuestro señor feudal, después de todo.
El comportamiento de Mogura se le iba haciendo más sospechoso...
¿Con quién tengo el placer de hablar?
—Soy Sakamoto Kuranosuke, genin de Kusagakure —guardó silencio durante un momento tan efímero como una brisa pasajera— Dime, ¿no era Manase el apellido de uno de los jōnin que participaron en el intento de captura fallido de los Arrozales del Silencio por parte de Amegakure en el año 209?