2/12/2017, 17:38
La mañana apenas había comenzado y el trabajo en el edificio del Morikage estaba empezando a acumularse, la gente caminaba con prisas, algunos cargando tacos de papeles de un tamaño considerable, otros leyendo a última hora algunos documentos.
En la recepción no era menos, los papeles prácticamente volaban de un lado a otro mientras el recepcionista trataba de solucionar todos los problemas de los que se presentaban allí.
—Sakamoto Kuranosuke, genin. Solicito una misión de rango D.
El recepcionista era un hombre de mediana edad, el pelo empezaba a clarear en su cabeza y el rasgo que más le distinguía eran las gafas que llevaba, unas gafas redondas y de un grosor considerable y que hacían que sus ojos se vieran de un tamaño gigantesco.
— ¡Oh! Buenos días Sakamoto-kun, dame un momento. — El hombre le estaba mirando por encima de las gafas, dedicándole una media sonrisa que era capaz de transmitir amabilidad a cualquiera, y rápidamente y con un leve empujón sobre la barra de recepción se movió con la silla hacia un cajón, lo abrió y sacó un pergamino. — Aquí tienes, cuando hayas terminado vuelve aquí con la confirmación de la misión, ¿de acuerdo? Mucha suerte.
El hombre extendió la mano ofreciéndole el pergamino en el que podía observar la letra ''D''.
En la recepción no era menos, los papeles prácticamente volaban de un lado a otro mientras el recepcionista trataba de solucionar todos los problemas de los que se presentaban allí.
—Sakamoto Kuranosuke, genin. Solicito una misión de rango D.
El recepcionista era un hombre de mediana edad, el pelo empezaba a clarear en su cabeza y el rasgo que más le distinguía eran las gafas que llevaba, unas gafas redondas y de un grosor considerable y que hacían que sus ojos se vieran de un tamaño gigantesco.
— ¡Oh! Buenos días Sakamoto-kun, dame un momento. — El hombre le estaba mirando por encima de las gafas, dedicándole una media sonrisa que era capaz de transmitir amabilidad a cualquiera, y rápidamente y con un leve empujón sobre la barra de recepción se movió con la silla hacia un cajón, lo abrió y sacó un pergamino. — Aquí tienes, cuando hayas terminado vuelve aquí con la confirmación de la misión, ¿de acuerdo? Mucha suerte.
El hombre extendió la mano ofreciéndole el pergamino en el que podía observar la letra ''D''.
![[Imagen: tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif]](https://78.media.tumblr.com/ef716a7a224d02d15153150120153d79/tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif)
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