2/12/2017, 18:46
Con el mapa todavía en mano, el joven observó la estampa que se extendía frente a él, intercambiando la atención de su único foco de visión entre el papel y los campos verdes, asegurándose de que se trataba de la localización correcta.
Todo apuntaba a que, efectivamente, estaba donde debía estar. Eso o se había confundido con una de las múltiples granjas de la aldea. Guardó el mapa, junto al pergamino, en el interior de sus ropajes.
Sin pena ni gloria atravesó la distancia que lo separaba de la algo desgastada caseta fabricada en madera. Mientras tanto, echó un vistazo al labrantío, buscando señales de vida.
Era necesario que diera con el dueño o alguno de los trabajadores, presentarse y que le indicaran cuáles serían sus tareas para completar la misión.
Todo apuntaba a que, efectivamente, estaba donde debía estar. Eso o se había confundido con una de las múltiples granjas de la aldea. Guardó el mapa, junto al pergamino, en el interior de sus ropajes.
Sin pena ni gloria atravesó la distancia que lo separaba de la algo desgastada caseta fabricada en madera. Mientras tanto, echó un vistazo al labrantío, buscando señales de vida.
Era necesario que diera con el dueño o alguno de los trabajadores, presentarse y que le indicaran cuáles serían sus tareas para completar la misión.