2/12/2017, 19:11
Kuranosuke llegó al sitio indicado, y mientras se dirigía hacia la casa de madera que se veía desde la valla, un hombre grande y fuerte salió de la misma, en dirección a él y con no demasiado buen humor.
— Supongo que serás el genin que he pedido para que me ayude, ¿verdad? — Preguntó.
Ahora que se encontraba cerca del genin, éste podía observar con mayor claridad el tamaño del granjero, rozando los dos metros de altura, su cabello largo y moreno estaba recogido en una coleta y sus ojos, de un color miel le observaban con cierto desdén, desde arriba. El hombre entonces le tendió la mano, una mano que fácilmente podría cubrirle la cabeza a Kuranosuke.
— Yo soy Niwashi Tsu, soy el dueño de ésto. — Se presentó. — Vamos, sígueme, te explicaré lo que tienes que hacer y cómo hacerlo.
Y a grandes zancadas se dirigió hacia uno de los campos, uno cuyos cultivos no alcanzaban una gran altura.
— Supongo que serás el genin que he pedido para que me ayude, ¿verdad? — Preguntó.
Ahora que se encontraba cerca del genin, éste podía observar con mayor claridad el tamaño del granjero, rozando los dos metros de altura, su cabello largo y moreno estaba recogido en una coleta y sus ojos, de un color miel le observaban con cierto desdén, desde arriba. El hombre entonces le tendió la mano, una mano que fácilmente podría cubrirle la cabeza a Kuranosuke.
— Yo soy Niwashi Tsu, soy el dueño de ésto. — Se presentó. — Vamos, sígueme, te explicaré lo que tienes que hacer y cómo hacerlo.
Y a grandes zancadas se dirigió hacia uno de los campos, uno cuyos cultivos no alcanzaban una gran altura.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»