2/12/2017, 20:18
Kuranosuke avanzaba con paso firme.
Se movía entre los árboles de bambú como si se tratara de lo más natural del mundo, como la brisa se cuela entre las copas de los árboles o una serpiente repta entre los obstáculos. En todo momento se esforzaba por mantener su atención en cada sonido que realizaba Kaido al caminar, pendiente de cualquier perturbación o silencio sospechoso.
El referido le terminó lanzando una pregunta, una cuestión dirigida al libro que portaba consigo. Su gozo se abrió paso en el interior de su pecho, era una oportunidad de oro para llevar a cabo un intercambio de información que beneficiara a ambos.
Aún sin dejar de caminar, articuló:
—Te lo diré si me narras los acontecimientos que te llevaron a tener ese tono de piel tan... especial.
Esbozó media sonrisa, pero Kaido no podía verla.
Se movía entre los árboles de bambú como si se tratara de lo más natural del mundo, como la brisa se cuela entre las copas de los árboles o una serpiente repta entre los obstáculos. En todo momento se esforzaba por mantener su atención en cada sonido que realizaba Kaido al caminar, pendiente de cualquier perturbación o silencio sospechoso.
El referido le terminó lanzando una pregunta, una cuestión dirigida al libro que portaba consigo. Su gozo se abrió paso en el interior de su pecho, era una oportunidad de oro para llevar a cabo un intercambio de información que beneficiara a ambos.
Aún sin dejar de caminar, articuló:
—Te lo diré si me narras los acontecimientos que te llevaron a tener ese tono de piel tan... especial.
Esbozó media sonrisa, pero Kaido no podía verla.