2/12/2017, 23:20
Tras ser testigo del vago relato del habitante de Ame, Kuranosuke se detuvo, rotó el torso sesenta grados y otros pocos centímetros el rostro para poder contemplar de forma directa la forma de Kaido. Se tomó unos instantes para observarlo de arriba a abajo una vez más.
—¿Y eso es todo? ¿Sal y agua? ¿Y tu madre? ¿Y el médico que dio parte de tu nacimiento? ¿Nadie tiene una explicación a por qué pareces un pez humano? —a pesar de su tono calmo tan habitual en el joven, en esta ocasión se podía notar una pizca de incredulidad en sus palabras.
Chasqueó la lengua.
—Quizás tú eres el misterio del país y no el bosque Azur...
—¿Y eso es todo? ¿Sal y agua? ¿Y tu madre? ¿Y el médico que dio parte de tu nacimiento? ¿Nadie tiene una explicación a por qué pareces un pez humano? —a pesar de su tono calmo tan habitual en el joven, en esta ocasión se podía notar una pizca de incredulidad en sus palabras.
Chasqueó la lengua.
—Quizás tú eres el misterio del país y no el bosque Azur...