5/12/2017, 02:49
(Última modificación: 5/12/2017, 03:06 por Umikiba Kaido.)
—¿Quieres llegar a Tane-Shigai, desde aquí, a principios del anochecer? Quizás, si tuvieras alas, sería posible, pero en caso de que no seas un pez volador, me temo que lo tendrás peliguado, incluso aunque fuéramos a toda velocidad...
Kaido se chequeó las axilas, pero no, no tenía alas ni algún vestigio de cartílago que le ayudase a volar.
—Me temo que sólo tengo un par de agallas, no mucho más —bromeó, y continuó—. joder, pues nada. Será cosa de llegar y esperar a mañana, o ver si ésta gente me atiende a la hora que lleguemos. Oye, ¿pero tú qué harás después de que demos con la ciudad? —volvió a echar un vistazo al camino, y el sol ya comenzaba a hundirse detrás de los frondosos bosques que cubrían las Riberas vecinas—. ¿vas a tener que quedarte en Tane-Shigai, o sigues de largo a tu aldea?
Kaido se chequeó las axilas, pero no, no tenía alas ni algún vestigio de cartílago que le ayudase a volar.
—Me temo que sólo tengo un par de agallas, no mucho más —bromeó, y continuó—. joder, pues nada. Será cosa de llegar y esperar a mañana, o ver si ésta gente me atiende a la hora que lleguemos. Oye, ¿pero tú qué harás después de que demos con la ciudad? —volvió a echar un vistazo al camino, y el sol ya comenzaba a hundirse detrás de los frondosos bosques que cubrían las Riberas vecinas—. ¿vas a tener que quedarte en Tane-Shigai, o sigues de largo a tu aldea?