5/12/2017, 16:02
De nuevo el sudor se iba acumulando en la frente del joven a la par que el peso de la cesta a su espalda empeoraba. Kuranosuke se tomó un momento para apartar el perlado líquido de su faz haciendo uso de toda la amplitud de su antebrazo. Acto seguido sacó otra zanahoria del suelo.
Ya le iba tomando el truco al asunto.
Poco después el corpulento agricultor le dedicó unos elogios que resultaron ser música para los oídos del genin. Manteniendo una sonrisa educada, asintió.
—Usted ha sido un excelente supervisor, me alegra haberle sido de ayuda.
La distancia entre ellos se iba mermando. A pesar de la mejoría del tuerto, esta no podía compararse con la habilidad del campesino, que seguro que llevaba ocupándose de esta tarea y otras similares desde hacía muchos años, quizá décadas. Mas Kuranosuke no se sintió inferior o desalentado, pues se aseguraba de hacerlo con la mayor eficiencia que su destreza le permitía.
Ya le iba tomando el truco al asunto.
Poco después el corpulento agricultor le dedicó unos elogios que resultaron ser música para los oídos del genin. Manteniendo una sonrisa educada, asintió.
—Usted ha sido un excelente supervisor, me alegra haberle sido de ayuda.
La distancia entre ellos se iba mermando. A pesar de la mejoría del tuerto, esta no podía compararse con la habilidad del campesino, que seguro que llevaba ocupándose de esta tarea y otras similares desde hacía muchos años, quizá décadas. Mas Kuranosuke no se sintió inferior o desalentado, pues se aseguraba de hacerlo con la mayor eficiencia que su destreza le permitía.