5/12/2017, 18:29
De un momento a otro, la expresión del tuerto cambió para dejar escapar una plena carcajada.
—Que mala suerte, no esperaba que mi farol fuera desmontado de esta forma tan simple y veloz, pero es lo que ocurre cuando uno lanza el dado, debe de atenerse a las consecuencias
Comentaría luego de parar de reír.
—. Dime, Masane-dono, ¿eres aficionado a la historia?
Consultaría entonces, más allá de la sinceridad de sus palabras, lo que el médico pudo destacar fueron sus modales. Lo cual hizo que en su rostro la mueca de seriedad fuese un poco más leve.
Soy partidario de la idea de que del pasado se puede aprender mucho, Sakamoto-dono.
Contestó Mogura con un tono ligeramente menos serio que antes.
—Buenas tardes, disculpen la interrupción —
El joven médico se giraría entonces hasta la fuente de aquella voz, esta resultaría no ser de otra persona que de una joven. La sonriente muchacha y su melena brillaban como si de un sol se tratase.
«Uzushiogakure.»
Pensó en el momento en que la chica realizaría su reverencia, exponiendo su bandana roja. Mogura, satisfecho con la demostración de modales por parte de la desconocida, correspondió la reverencia.
—. ¿Serían tan amables de indicarme cómo llegar a Tane-Shigai desde aquí? —
Tane-Shigai, el lugar donde se albergaba el palacio del Mori-no-Kami. El joven médico no tenía la capacidad en ese momento de orientar a la muchacha para seguir su camino.
Me temo que solo cuento con un mapa para guiarme, kunoichi-san.
Contestaría con sinceridad, sin ese único mapa el joven médico podría llegar a perder el rumbo en un país ajeno al suyo. De todas formas y habiendo dicho aquello, llevaría su mirada hasta el ninja local.
Pero quizás Sakamoto-dono sea capaz de asistirla.
—Que mala suerte, no esperaba que mi farol fuera desmontado de esta forma tan simple y veloz, pero es lo que ocurre cuando uno lanza el dado, debe de atenerse a las consecuencias
Comentaría luego de parar de reír.
—. Dime, Masane-dono, ¿eres aficionado a la historia?
Consultaría entonces, más allá de la sinceridad de sus palabras, lo que el médico pudo destacar fueron sus modales. Lo cual hizo que en su rostro la mueca de seriedad fuese un poco más leve.
Soy partidario de la idea de que del pasado se puede aprender mucho, Sakamoto-dono.
Contestó Mogura con un tono ligeramente menos serio que antes.
—Buenas tardes, disculpen la interrupción —
El joven médico se giraría entonces hasta la fuente de aquella voz, esta resultaría no ser de otra persona que de una joven. La sonriente muchacha y su melena brillaban como si de un sol se tratase.
«Uzushiogakure.»
Pensó en el momento en que la chica realizaría su reverencia, exponiendo su bandana roja. Mogura, satisfecho con la demostración de modales por parte de la desconocida, correspondió la reverencia.
—. ¿Serían tan amables de indicarme cómo llegar a Tane-Shigai desde aquí? —
Tane-Shigai, el lugar donde se albergaba el palacio del Mori-no-Kami. El joven médico no tenía la capacidad en ese momento de orientar a la muchacha para seguir su camino.
Me temo que solo cuento con un mapa para guiarme, kunoichi-san.
Contestaría con sinceridad, sin ese único mapa el joven médico podría llegar a perder el rumbo en un país ajeno al suyo. De todas formas y habiendo dicho aquello, llevaría su mirada hasta el ninja local.
Pero quizás Sakamoto-dono sea capaz de asistirla.
Hablo - Pienso