5/12/2017, 19:35
Los recepcionistas se mantenían muy ocupados, ignorando al joven, que a su vez no daba crédito a la falta de educación por parte de estos. «Cuando sea vuestro superior, ya veréis...», afirmó en su fuero interno, más que dispuesto a vengarse cuando la situación se lo permitiera...
Su ira se vio apaciguada por un inesperado empujón en la espalda. El muchacho giró sobre sus talones, y al hacerlo se topó de bruces con el mismo encargado que le atendió durante la apasionante crónica que fue su primera misión.
Era imposible no reconocer esas gafas.
—Oh, buenos días —dijo con tono apagado—. Sí, a por eso he venido, pero parece ser que tus compañeros están demasiado ocupados.
Enmascaró su descontento y se cruzó de brazos.
Su ira se vio apaciguada por un inesperado empujón en la espalda. El muchacho giró sobre sus talones, y al hacerlo se topó de bruces con el mismo encargado que le atendió durante la apasionante crónica que fue su primera misión.
Era imposible no reconocer esas gafas.
—Oh, buenos días —dijo con tono apagado—. Sí, a por eso he venido, pero parece ser que tus compañeros están demasiado ocupados.
Enmascaró su descontento y se cruzó de brazos.