7/12/2017, 15:13
Se le indició la localización de los vestuarios, a lo que el genin asintió y se puso en marcha. Interiorizó un suspiro de alivio, puesto que temía que su empleador tuviera tanta prisa que ni le permitiera tomarse unos minutos para cambiarse en privado como las normas de una sociedad civilizada dictaban.
Atravesó el umbral y se aproximó a la primera taquilla con las llaves puestas que se encontró. Dejó descansar el uniforme que se le había confiado sobre un banco en el centro del lugar. Desabrochó el cinto de su espada y metió ambos en el interior del compartimento, para acto seguido hacer lo mismo con la chaqueta y los guantes que portaba consigo.
Entonces comenzó a desvestirse, empezando por sus ropajes superiores y acabando por las sandalias y los inferiores. Se puso el uniforme y volvió a calzarse los zapatos. Antes de abandonar la instancia se dedicó unos instantes para asegurarse de que se lo había puesto correctamente. Acto seguido cerró la taquilla y se guardó la llave en el bolsillo derecho de su pantalón de trabajo.
—Ya estoy listo —indicó tras reunirse con su supervisor.
Atravesó el umbral y se aproximó a la primera taquilla con las llaves puestas que se encontró. Dejó descansar el uniforme que se le había confiado sobre un banco en el centro del lugar. Desabrochó el cinto de su espada y metió ambos en el interior del compartimento, para acto seguido hacer lo mismo con la chaqueta y los guantes que portaba consigo.
Entonces comenzó a desvestirse, empezando por sus ropajes superiores y acabando por las sandalias y los inferiores. Se puso el uniforme y volvió a calzarse los zapatos. Antes de abandonar la instancia se dedicó unos instantes para asegurarse de que se lo había puesto correctamente. Acto seguido cerró la taquilla y se guardó la llave en el bolsillo derecho de su pantalón de trabajo.
—Ya estoy listo —indicó tras reunirse con su supervisor.