8/12/2017, 20:25
Ya en el claro que había mencionado con anterioridad el genin, Kaido le hizo otra pregunta indiscreta. Viéndose algo habituado a la actitud directa y despreocupada del habitante de Amegakure, Kuranosuke ni se inmutó. Se limitó a ladear el rostro de un lado a otro un par de veces, sin interrumpir las mociones con las que estaba "construyendo" un pequeño círculo de piedras que serviría como hoguera.
—En ocasiones... me gusta el peso de una espada entre mis manos —le respondió despreocupadamente— Voy a buscar algo de leña para la hoguera.
Se levantó y sin esperar respuesta de su particular acompañante abandonó el claro. Dedicaría unos largos minutos para dar con varias ramas secas que pudieran prender sin dificultades.